La ropa usada puede tener una segunda vida en el mercado

Amigui tiene ocho tiendas de venta de ropa y juguetes en Solanda, Cotocollao, el Centro Histórico y en Tumbaco. Foto: cortesía Amigui.

Amigui tiene ocho tiendas de venta de ropa y juguetes en Solanda, Cotocollao, el Centro Histórico y en Tumbaco. Foto: cortesía Amigui.

Amigui tiene ocho tiendas de venta de ropa y juguetes en Solanda, Cotocollao, el Centro Histórico y en Tumbaco. Foto: cortesía Amigui.

La ropa que ya no se utiliza puede tener una segunda vida gracias a las iniciativas ciudadanas y de fundaciones que existen en la ciudad. Esta es una opción para esta época de inicio de año, cuando las personas tienden a renovar su armario y, estos artículos, que aún están en buen estado, terminan en la basura.

El Ropero es una de las iniciativas que existen en la ciudad desde hace cinco años. Este proyecto, que es impulsado por la Fundación Reina de Quito (FRQ), recibe donaciones de ropa, después vende estos artículos y finalmente destina lo recaudado al centro terapéutico Aprendiendo a Vivir. En este centro se atiende a niños y jóvenes con síndrome de Down y de escasos recursos económicos.

Sofía Arteta, directora Ejecutiva de FRQ, cuenta que El Ropero surgió como una idea de Cristina Elizalde, exreina de la capital, para recaudar fondos. En ese momento habían perdido un ingreso importante que recibían cada año y necesitaban idear algo que les permita seguir con su labor. A través de este se reciben donaciones no solo de ropa, sino también de adornos, zapatos, bolsas, carteras, juguetes y muebles. Los precios a los que después se venden al público son accesibles, dice Arteta.

Las personas que quieran donar sus artículos a esta causa deben llevarlos lavados y en buen estado hasta El Ropero. El sitio está ubicado en la calle Iñaquito y Villalengua.

El Ropero de la Fundación Reina de Quito recibe todo tipo de prendas, zapatos, accesorios, muebles y juguetes. Foto: cortesía Fundación Reina de Quito.

Otra iniciativa que recibe ropa en la ciudad es Amigui. Esta empresa se creó hace 10 años y el modelo es diferente, ya que las personas reciben un pago por la entrega de su ropa.

Gabriela Vásconez, socia de Amigui, explica que esta iniciativa funciona como un banco. Los interesados primero deben contactarse a través de redes sociales o por WhatsApp con Amigui, después se pacta una cita y, al momento de entregar sus artículos, reciben un monto a cambio.

Los artículos recibidos son clasificados en las dos bodegas que están ubicadas en Cumbayá y en la avenida Eloy Alfaro y Gaspar de Villarroel. Una vez que se realiza este proceso, se pone a la venta lo recaudado en las ocho tiendas de Amigui.

Vásconez dice que de esta forma le ahorran tiempo a quien quiere vender su ropa y ayudan a que las personas puedan comprar artículos a precios económicos. A través de este proyecto se recibe “ropa actual, casual y en perfecto estado”. Las prendas que no pueden comprar las entregan a fundaciones.

El proyecto The Street Store organiza jornadas para entregar la ropa en diferentes puntos de la capital. Foto: Facebook/ The Street Store Quito.

The Street Store Quito es otra opción en la ciudad. Esta funciona como una tienda itinerante de ropa que permite que personas que viven en la calle puedan elegir las prendas que desean.

Este grupo de voluntarios organiza diferentes jornadas especiales que son anunciadas en su Facebook.

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