Imagen referencial. Un equipo estadounidense de investigadores descubrió cómo se recuperó la vida en la Tierra tras el impacto del asteroide que extinguió a los dinosaurios. Foto: Flickr/ driver Photographer.
Tras el impacto del asteroide que extinguió a los dinosaurios, las plantas y los animales volvieron a la vida mucho más rápido de lo pensado hasta ahora. Así lo revela un estudio difundido este 23 de octubre del 2019 por la revista Science y realizado por investigadores que, con la ayuda de fósiles, pudieron determinar qué ocurrió en la Tierra tras la devastadora colisión que ocurrió hace unos 66 millones de años.
Los dinosaurios no fueron la única especie que se extinguió luego del impacto, pues otras formas de vida tanto terrestres como marinas se vieron afectadas por el asteroide. Miles de fósiles descubiertos en el 2014 en las afueras de Colorado Springs (EE.UU.) permitieron a los investigadores establecer cómo la vida en la Tierra se sobrepuso.
Según el estudio, tras el impacto del asteroide el 75% de la vida en la Tierra desapareció. Esto incluye a cualquier mamífero que haya sido más grande que una rata. Además desapareció la mitad de las especies de plantas que existían. Pero ya sin los dinosaurios, los mamíferos lograron expandirse y esto fue lo que el estudio logró determinar con un impresionante lujo de detalles.
Corral Bluffs, el lugar en el que se halló los fósiles, “conserva un registro completo de la vida antigua y el medio ambiente”, explica la revista Science en su sitio web. Esto permitió determinar que algunas plantas y animales se recuperaron de forma relativamente rápida en el primer millón de años posterior a la devastación, aquí estarían incluidos los primeros mamíferos identificados como los ancestros de los humanos.
De esta forma, el estudio determina que los mamíferos “nacen de las cenizas de la era de los dinosaurios”, explica el paleobotánico Ian Miller del Museo de Naturaleza y Ciencia de Denver y uno de los principales investigadores. Según el estudio, el número de especies de mamíferos se duplicó en los 100 000 años posteriores al impacto del asteroide. Algunas de las especies llegaron a ser hasta tres veces más grandes que las que desaparecieron.
Unos 700 000 años después del impacto, dice el estudio, el paisaje de la Tierra cambió y se transformó en bosques de palmeras y luego en bosques de nueces y otros tipos de árboles. Estos ayudaron a ofrecer nuevas fuentes de alimentación a los mamíferos que evolucionaban constantemente.
El impacto del asteroide en la Tierra provocó fuertes terremotos, maremotos, una lluvia de escombros y suficiente polvo como para bloquear la luz solar durante varios años y los registros hallados por los investigadores confirman la devastación generada en la Tierra.
Según el estudio, solo 1 000 años después “unas pequeñas criaturas que no eran más grandes que una rata que pesa 600 gramos empezaron a deambular en un mundo en el que plantas con flores, semillas y frutos eran escasas”.
100 000 años después había el doble de especies de mamíferos y ya habían recuperado el tamaño que tenían antes de que el asteroide impacte a la Tierra, que era aproximadamente el de un mapache. 200 00 años después nacen las plantas con frutos que obligaron a los mamíferos a evolucionar nuevamente para aprovechar sus ventajas nutricionales, asegura el estudio.
Con ello, “la diversidad de los mamíferos se triplicó y la más grande de las nuevas especies alcanzaba el tamaño de un castor de 25 kilogramos”, dice Science.
Los investigadores hallaron fósiles de vainas de guisantes que datan de hace unos 700 000 años y serían los más antiguos descubiertos en norteamérica hasta la fecha. Este alimento lleno de proteína sirvió para que los mamíferos aumenten su tamaño y diversidad. Entonces alcanzaron un peso de 50 kilogramos, los bosques ya se habían recuperado para entonces.
Según los investigadores, la Tierra también sufrió distintas etapas de calentamiento global en los años posteriores al asteroide. Estudios anteriores han determinado que después del impacto la Tierra se calentó en unos cinco grados centígrados y que con cada cambio en la temperatura se afectaban las plantas y, por lo tanto, los mamíferos. Para los investigadores este fue el factor determinante en la pronta recuperación.