USD 288 millones salieron de Ecuador en remesas

“Al principio no me acostumbraba en Guayaquil, pero aquí sí se puede vivir y ahorrar ”. Nicolás Aguirre/ Argentina. Foto: Joffre Flores / EL COMERCIO

“Al principio no me acostumbraba en Guayaquil, pero aquí sí se puede vivir y ahorrar ”. Nicolás Aguirre/ Argentina. Foto: Joffre Flores / EL COMERCIO

“Al principio no me acostumbraba en Guayaquil, pero aquí sí se puede vivir y ahorrar ”. Nicolás Aguirre/ Argentina. Foto: Joffre Flores / EL COMERCIO

La mayor cantidad de remesas que envían los extranjeros que viven en Ecuador se dirige principalmente a Colombia, Perú, China, Argentina y Chile.

Según cifras del Banco Central, durante el año pasado se enviaron USD 288 millones frente a 278 millones del 2015.

Las transacciones se realizaron principalmente desde Pichincha, Guayas, Azuay, Manabí y El Oro. Se envía cada semana o al mes. O cuando se logra reunir entre USD 100 y 300, en promedio.

El dinero sale a través de diferentes mecanismos, pero en su mayoría es por los couriers. También se hace vía transferencia bancaria y hay casos en que se opta por llevar personalmente los recursos a sus países, cada uno o dos años.

Así lo hacía el colombiano Cristian Freire, de 38 años, mientras trabajó durante seis años en Quito como comunicador en una empresa estatal. Sus transacciones de hasta USD 300 las hacía en casas de cambio, cada tres meses. “Una o dos veces al año viajaba y ahí también llevaba el dinero a mi casa en Medellín”.

En Santo Domingo también son frecuentes los giros que realizan hacia Colombia. De acuerdo con el BCE, esta es la cuarta ciudad del país que más remesas envía, después de Quito, Guayaquil y Cuenca.

Maritza Londoño llegó al país hace dos años y labora en una peluquería. A ese oficio le dedica de 10 a 12 horas al día y cada semana reúne USD 150 que envía a Medellín.

En su país, su madre María Restrepo utiliza esos recursos para la educación de su hijo, de 8 años. Con ese dinero cubre su alimentación, vestimenta, educación y arriendo. “Desde que llegué no he vuelto a Colombia. Pero sé que el sacrificio que hago es por darle un mejor futuro a mi hijo”.

Germán Botero, quien también vive en la urbe tsáchila, prefiere viajar cada mes hasta Cali (Colombia) para ver a su esposa, sus dos hijos y aprovecha para llevarles dinero. “En Ecuador gano USD 800. No gasto casi nada y logro llevar USD 700”. Botero, técnico en Sistemas, recuerda que tras graduarse no pudo conseguir empleo. Por eso vendió los enseres de su casa y envió a su familia a vivir con su suegra.

En Guayaquil, la segunda ciudad del país desde donde se envían remesas al exterior, hay diferentes casos. Felipe Aguirre, por ejemplo, llegó a esta ciudad hace 11 meses desde Medellín. A sus 27 años, arribó a la urbe porteña en busca de estabilidad económica.

El joven, que no terminó su carrera de periodismo, consiguió un trabajo en una peluquería en el populoso sector de la calle Juan Montalvo, en el noroeste de la ciudad. Allí gana USD 400 al mes y cada 60 días envía a 150 a Colombia, para su madre y dos hermanos de 14 y 17 años. “Allá hay una alta inflación, no se podía vivir con lo que se gana”. A diferencia de su país, los ingresos que recibe acá le permiten ahorrar.

Colombia no es el único país al que se envían recursos. Nicolás Rodríguez llegó de Argentina con el fin de ahorrar dinero. El joven de 20 años se radicó en Guayaquil en agosto del año pasado. El curso de cocina que tomó en su natal Córdoba le permitió conseguir un empleo como ayudante de cocina en un restaurante.
Rodríguez salió de su país, pasó por Chile, Perú y llegó a Ecuador, donde permanece hasta la actualidad. “La situación en Argentina está terrible, no se puede vivir”.

Trabaja a medio tiempo y percibe USD 350 al mes, de los cuales gasta 70 en el arriendo de un departamento en el suburbio. Además de ahorrar envía otra parte a su país, aunque no tiene una periodicidad ni cantidad específica.

Otro destino de las remesas es Perú. José Noguchi, quien nació en el vecino país hace 51 años, vive desde hace ocho en Cuenca con su esposa y dos de sus cuatro hijos. Labora como albañil y ella trabaja en un restaurante. Entre ambos ganan USD 1 000 mensuales con los que cubren arriendo, alimentación y estudios de sus hijos.

De esa cantidad, 150 envían cada mes a su país para ayudar a sus dos hijos que se quedaron en Lambayeque. Lo hacen a través de couriers y tres veces al año viaja uno de los dos para visitar a la familia y aprovechan para llevar el dinero.

Del mismo país vino Édgar Vázquez, quien ya vive en la capital azuaya hace 10 años. Recorre la ciudad vendiendo aguas medicinales. Hace dos años abrió un bar en la parroquia Miraflores donde ofrece jugos naturales y cada mes logra reunir USD 200 que envía a su familia en Cajamarca.

El Banco Central registra diferentes vías a través de las cuales se envían remesas al extranjero. En el listado están bancos, cooperativas de ahorro, couriers y remesadoras. Por ejemplo, un envío promedio de USD 150 en efectivo a través de la remesadora MoneyGram cuesta hasta USD 6. Vázquez dice que no tiene planes de regresar a Perú, ya que es difícil, sobre todo porque todo empeoró con el invierno.

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