En redes sociales circuló una imagen de un can amarrado a la parte posterior de un automóvil. Foto: Facebook/ Fondo Animal.
Imágenes de animales rescatados tras haber sido víctimas de maltratos circulan en las redes sociales acompañadas de hashtags que exigen una solución. El caso de Albina, una perra rescatada de sus dueños que consumían drogas es un ejemplo. Fue parte de la campaña LOBA para exigir el respeto animal y la aprobación de una Ley en la Asamblea Nacional.
También está el caso de Oso, un perrito que murió por los golpes con palos que su dueños le dieron en la ciudad de Santo Domingo. Y el más reciente es el de un perro atado de una pierna a un auto en movimiento, que trascendió el 20 de abril del 2015. El Ministerio del Interior incluso anunció una investigación a través de su cuenta de Twitter.
Inti Alvarado, vocera del colectivo LOBA, recuerda el caso de un camal clandestino que se difundió de forma masiva en Facebook y que permitió la intervención de las autoridades. Ahí se vendía animales en condiciones de precariedad.
“Las redes sociales son el gran aliado de los derechos de los animales y de los ciudadanos preocupados por este tema que sigue siento escondido y apartado de las políticas publicas”, afirma la vocera del colectivo. Para ella se ha logrado construir un gran movimiento ciudadano que “empieza” a ser más activo en el respaldo a los derechos de los animales.
Además, es una forma de exigir a las autoridades y visibilizar el problema ya que acceder al proceso de denuncia “puede ser complicado” porque requiere de un abogado y reunir las pruebas que “muchas veces el ciudadano no tiene”.
Pero también ha dado espacio para la difusión de casos falsos. Por ejemplo la imagen de perros sacrificados en un contenedor con el mensaje: Matanza en Montañita. En realidad se trató de un montaje hecho con gráficas antiguas de la prensa chilena.
En la actualidad, el artículo 249 del Código Integral Penal estipula: “La persona que por acción u omisión cause daño, produzca lesiones, deterioro a la integridad física de una mascota o animal de compañía, será sancionada con pena de cincuenta a cien horas de servicio comunitario. Si se causa la muerte del animal será sancionada con pena privativa de libertad de tres a siete días”.
Alvarado explica que a través de la aprobación de la ley LOBA se busca que las sanciones sirvan para proteger a todos los animales sin discriminación de su especie.
Hasta el momento el colectivo, formado por 25 organizaciones de todo el país, está pendiente de la elaboración de un informe por parte de la comisión de biodiversidad que es la comisión especializada que la analiza. De ahí subirá al pleno de la Asamblea para que pueda debatirse su aprobación.