Un hombre camina por la plaza San Francisco vacía. Fotos: Diego Pallero / EL COMERCIO
Quito celebró 42 años de la declaratoria de la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Pero a diferencia de años pasados, esta vez no hubo eventos públicos, festejos ni turistas que la admiren.
Hoy, las joyas arquitectónicas del Centro, que otrora fueron testigos de hechos históricos y de celebraciones masivas, viven un panorama diferente por la crisis económica y sanitaria causada por el coronavirus, mientras la gente se acostumbra a esta realidad.
Algunos vendedores, afuera de La Compañía.
La iglesia de El Sagrario ya abrió sus puertas.
Una peluquería en Carondelet espera por clientes.
La Catedral ha tomado medidas de bioseguridad.