Los criadores deben cuidar la salud reproductiva de los perros

Bruna, de tes años de edad, cuida de sus seis cachorros, tras su segundo parto. Se recomienda que las perras tengan, máximo, un parto por año.

Bruna, de tes años de edad, cuida de sus seis cachorros, tras su segundo parto. Se recomienda que las perras tengan, máximo, un parto por año.

Bruna, de tres años de edad, cuida de sus seis cachorros, tras su segundo parto. Se recomienda que las perras tengan, máximo, un parto por año. Fotos: Cortesía de Rafael Peralta

Bruna, una bulldog inglesa, extiende sus patas y se acuesta de un lado para que sus seis cachorros puedan amamantar. Este es su segundo parto a sus tres años de edad. Cada una de sus crías, con un pedigrí inicial, tiene un valor de USD 800, dice Esteban Castillo, criador de esta raza durante 12 años. La perra es una de las cinco reproductoras que tiene Castillo, en su domicilio, y las cruza con dos machos bulldog ingleses.

No es raro encontrar anuncios de venta de cachorros de raza en páginas como mercado libre, OLX o redes sociales. Los precios oscilan entre los USD 120 y USD 2 000. Se puede encontrar de todo tipo de razas: pitbull, pastores alemanes, chihuahuas, cockers, labradores, akitas, huskys, entre otros. En el mercado se encuentran personas independientes interesadas en lucrar de los cachorros, criadores certificados y otros que lo hacen como un hobbie, para preservar el pedigrí y el linaje de cada una de las crías.

Con el fin de regular la fauna urbana en el Distrito Metropolitano de Quito, controlar la población de canes y proteger a los animales, los establecimientos especializados de mascotas solo podrán vender animales de compañía que provengan de criaderos registrados en el Retepg (Registro de Tenencia de Perros y Gatos). Además, se propone una reforma a la ordenanza 048 en Quito, para que todos los cachorros que se comercialicen sean esterilizados.

En la actualidad, Isabel Naranjo, de la agrupación Animalizarte, cuenta que en ocasiones pasan por los mercados recogiendo a canes de pocos meses que han sido rechazados por los vendedores, pues no los han podido vender.

Por su lado, Oliber Velásquez, adiestrador de canes, estima que al año se encuentra con unos 10 a 15 casos en los que se utilizan a las perras como “máquinas reproductoras”. Dice que las hembras ya están preñadas a los nueve meses y que tras un año se les vuelve a cruzar. Ni la madre ni sus cachorros son alimentados adecuadamente ya que los vendedores buscan maximizar sus ganancias y no se preocupan en invertir en el bienestar animal.

Normalmente a los ocho meses las perras tienen su primer celo. No obstante, es recomendable que tengan el primer parto al año y ocho meses, explica Verónica Pareja, veterinaria. Lo ideal es que las perras se preñen cada año y no más de una vez. “Todo embarazo es un riesgo para el animal”, dice Pareja. Según ella, hay estudios que demuestran que, a escala mundial, uno de cada ocho cahorros de raza termina en la calle.

Durante la gestación las perras pierden calcio y pueden desarrollar diabetes o hipertiroidismo gestacional. Por lo tanto, si se las reproducen más de una vez al año y después de los cinco años, la perra puede sufrir desgastes físicos y, en la mayoría de los casos, desarrollar osteoporosis en la vejez.

Castillo invierte USD 250 por cada cachorro. Este valor incluye: la inseminación, la cesárea, los chequeos veterinarios, las ecografías, la vacunación y la inscripción para el pedigrí. Estima que por camada nacen de cuatro a cinco cachorros. A los 45 días son separados de su madre para la venta. Sin embargo, Roberto Vega , especialista en comportamiento canino, recomienda separarlos a los cuatro meses, tiempo suficiente para que estén bien alimentados y aprendan ciertas destrezas -como el respeto al espacio o la socialización con sus hermanos y las personas-.

Con las reformas a la Ordenanza, Castillo dice que deberá vender a los cachorros una vez cumplidos los cuatro meses -edad en la que se puede esterilizar-. La esterilización es lo más saludable para una perra de casa, pues se evitan problemas a la salud.

Si bien la Ordenanza vigente señala que el registro debe hacerse en el Retepg, Sofía Merino, asistente del concejal Eduardo del Pozo, quien propuso la reforma, estima que solamente cinco criadoras se han registrado en este sistema. Por otro lado, la Asociación Ecuatoriana de Registro Canino (Aercan) tiene cerca de 300 criaderos registrados, según su página web.

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