El video del sirio Abdullah Al-Mohammad riendo junto a su hija en medio de un bombardeo se volvió viral. La pequeña cree que es un juego. Fotos: captura.
Abdullah Al-Mohammad cría a su pequeña hija Salwa, de cuatro años, en medio de la guerra de Siria. Para ayudarla a sobrellevar la situación creó un juego que ha recordado al filme ‘La Vida Es Bella’ en el que un padre de familia inventa un juego para proteger a su hijo de los horrores que se vivían en los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
El hombre, oriundo de Idlib se refugió en la ciudad fronteriza de Sarmada y desde allí su historia se volvió viral. Él le enseñó a Salwa que los sonidos de los aviones y de las bombas eran un juego y cada vez que suceden, toda la familia ríe para que la ilusión no se rompa y Salwa no tema.
No se necesita saber árabe para entender el emotivo clip que se difundió en redes sociales y no tardó en viralizarse. Desde su publicación el pasado 16 de febrero del 2020 hasta este 18 de febrero suma más de dos millones de reproducciones.
Las imágenes muestran a Al-Mohammad junto a Salwa, ambos observan a la cámara y conversan cuando, de repente, se escucha a lo lejos una detonación. Entonces la pequeña estalla en carcajadas que se extienden durante varios segundos. Son genuinas, como la risa de un niño que no es consciente de lo que sucede a su alrededor.
Desde diciembre del 2019, más de 700 000 civiles han sido desplazados desde Idlib. Al-Mohammad, de 32 años, y su familia pertenecen a este grupo. En Twitter, el padre relató que su intención es proteger a su hija de la “crisis psicológica” que le podrían llegar a causar las constantes explosiones.
El juego también consiste en que Salwa identifique si el sonido que se aproxima es de un avión o de una bomba. La niña responde: “una bomba, cuando llegue nos reiremos”. Tras escuchar las carcajadas de su pequeña Al-Mohammad le pregunta: “¿Te hace reír?”. “Sí, es divertido”, responde Salwa.
En declaraciones al medio Sky News recogidas por el tabloide británico Daily Mail, el padre explica que ideó el juego para evitar que la salud mental de su hija colapse debido a la guerra. “Es una niña que no entiende” lo que es un conflicto armado, dijo. Añadió que su intención era convertir los constantes sonidos de los bombardeos en una “fuente de felicidad” para su hija.
En otra entrevista que dio a Al Jazeera, Al-Mohammad dijo que el juego se le ocurrió luego de que Salwa se asustara durante la celebración de Eid al-Adha, también conocida como la fiesta del sacrificio, en la que se utilizan diablillos que solían asustar a la pequeña, por lo que decidió enseñarle que son “solo un juguete“.
De allí salió la idea de convertir a los bombardeos en un juego. “Necesitaba remover el miedo de su corazón”, añadió. “Quería que asocie estos sonidos fuertes y aterradores con algo que sea lleno de luz y divertido”.
El padre reconoce y dice estar preocupado de que el juego no sea suficiente para proteger a su hija a medida que crezca. Pero con la amplia difusión que ha tenido su video, quiere enviar un mensaje: “Quiero que el mundo sepa: no somos terroristas como el régimen quiere hacerles creer”.