Otavalo y Cotacachi se unen para revitalizar el kichwa

Los alcaldes de Otavalo y Cotacachi  (centro) y representantes de Garabide firmaron un acuerdo de asistencia. Foto: José Luis Rosales/ EL COMERCIO.

Los alcaldes de Otavalo y Cotacachi (centro) y representantes de Garabide firmaron un acuerdo de asistencia. Foto: José Luis Rosales/ EL COMERCIO.

Los alcaldes de Otavalo y Cotacachi (centro) y representantes de Garabide firmaron un acuerdo de asistencia. Foto: José Luis Rosales/ EL COMERCIO.

En Otavalo y Cotacachi se hará un diagnóstico sobre el uso del idioma kichwa en estos dos cantones de Imbabura.

La investigación sociolingüística se desarrollará tras lograr un convenio de cooperación técnica entre los municipios locales, Kichwashun y la Asociación Garabide del País Vasco (España).

El acuerdo se suscribió en el marco del Día Internacional de las Lenguas Maternas, que se conmemora cada 21 de febrero. El objetivo es hacer una planificación lingüística para revitalizar el kichwa.

Según el alcalde Mario Conejo, hay una generación de kichwas otavalo urbanos que apuesta por transformar la ciudad. Sin embargo, ante los diferentes conocimientos que han heredado de sus ancestros se han olvidado del idioma.

“Soy parte de una generación en que los padres criaron a los hijos sin hablar kichwa. Recién cuando fui adulto empecé a practicar la lengua”.

Se estima que siete de cada 10 padres no transmiten en el seno familiar el idioma nativo.

Esta lengua está en peligro de perderse, advierte Julen Larrañaga, representante de Garabide para Ecuador.

Esta organización no gubernamental, creada hace 15 años en el País Vasco, ofrece formación y capacitación para la recuperación del kichwa. Tiene presencia en Ecuador hace alrededor de una década.

Sus integrantes han compartido el proceso para normalizar y revitalizar el euskera o lengua vasca, en el que llevan 60 años, con otras 15 comunidades lingüísticas del mundo.

“Siempre resaltamos que tenemos una experiencia que contar, pero no es un modelo único. Cada pueblo tiene que hacer el suyo” dice Larrañaga.

En Imbabura, un equipo integrado por técnicos de las cuatro entidades elaborará el estudio, que se prevé presentar en septiembre próximo.

Los datos que arroje el análisis serán utilizados para elaborar un documento marco, que posibilite realizar una planificación lingüística y su aplicación en los primeros años.

Para implementar esas directrices se creará una comisión conformada por los cabildos, Kichwashun y Garabide.

Para Patxi Baztarrika, técnico del ayuntamiento de Andoain, que colabora con la asociación vasca, la planificación permitirá definir un objetivo para frenar lo más rápido posible esa pérdida de transmisión familiar y fomentar el uso normalizado del kichwa.

Para lograr esa meta, se necesitan varios estamentos. El técnico en planificación lingüística considera que es clave la voluntad de la población de cada jurisdicción.

La organización internacional también acompañará la creación de una política lingüística municipal, durante los primeros años.

Los cabildos tienen el compromiso de asignar técnicos y recursos económicos permanentes para cumplir la propuesta, a partir del 2021.

En Otavalo y Cotacachi se han realizado varias actividades para recuperar el kichwa, pero no se han obtenido resultados duraderos. Auki Tituaña, alcalde del segundo cantón, cree que es necesario iniciar este proceso de largo plazo.

En la capital imbabureña, unos 40 activistas participan en el primer curso internacional de Estrategias de Revitalización del Kichwa.

Se trata de una iniciativa impulsada por la organización Karanki Sisary y Garabide.

La finalidad del nuevo proceso es formar a representantes de comunas y organizaciones para que trabajan en proyectos de recuperación del idioma.

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