Profesor y técnico Pablo Puerta, junto a uno de los fémures de titanosaurios encontrados en Argentina. Foto: AFP
El dinosaurio más grande de Suramérica, el cementerio marino en Chile o los 17 cráneos del hombre primitivo son algunos de los hallazgos paleontológicos que han llamado la atención de los científicos a escala mundial en este año.
Pero ¿estos descubrimientos cambian el mapa evolutivo de las especies? José Luis Román, paleontólogo de la Escuela Politécnica Nacional y del Museo de Historia Natural Gustavo Orcés de Quito, indica que estos hallazgos aportan nuevos datos al mapa evolutivo, pero no lo cambian ni lo alteran.
“Todavía no se ha registrado un evento paleontológico de gran magnitud que cambie las concepciones evolutivas, sino que han ayudado a entender mejor el linaje de las especies y su evolución”, dice Román.
Sin embargo, el hallazgo del fémur de 2,40 metros de largo de un dinosaurio al sur de Argentina podría ser la confirmación de que los ejemplares más grandes de estos animales vivieron en Suramérica.
El hueso, encontrado en mayo de este año a 260 kilómetros al oeste de Trelew en la Patagonia argentina, perteneció a un saurópodo, un gigante herbívoro que vivió hace 90 millones de años, aproximadamente.
A juicio del paleontólogo venezolano, Ascanio Rincón, el descubrimiento valida la tesis de que en el continente hubo especies gigantes de dinosaurios, quizás las más grandes del mundo. Esto significa que hay que seguir trabajando en los países de Suramérica porque hay animales que todavía no se han descubierto. “Algo pasó en el Jurásico que permitió el gigantismo en esa parte del mundo”, señala el investigador.
En el sitio donde fueron hallados los restos también se encontraron fósiles de troncos y hojas que permitirán reconstruir parte del ecosistema de esa época prehistórica.
Román indica que la Paleontología es una ciencia que se conjuga con otras especialidades como la geología y la biología, que permiten realizar estudios del suelo, rocas y de los organismos que hace millones de años atrás estaban vivos.
Pero los nuevos descubrimientos paleontológicos humanos también han aportado datos sobre la evolución del hombre.
Durante esta semana se realizó el hallazgo de 17 cráneos en el yacimiento de Atapuerca (España), con una antigüedad estimada de unos 430 000 años. Esto aporta una nueva luz sobre los hombres neandertales y la posición que ocuparon en el primitivo linaje europeo que daría lugar a los humanos actuales.
Para la datación de los huesos se han usado dos técnicas nuevas, una para las rocas y otra para los sedimentos que rodean a los cráneos, con las que se estima la edad de los fósiles.
“Los descubrimientos de fósiles avanzan conforme se desarrolla la tecnología, ya que los laboratorios a escala mundial tienen nuevas técnicas como los radioisótopos y ensayos de ADN, que permiten fichar a los grupos y establecer su verdadera edad”, indica Román.