Nuevo avistamiento de un gato andino en Ecuador

El gato andino fue avistado entre Carchi e Imbabura, tras atacar a las gallinas de una finca de la zona. Foto: Cortesía Andrés Laguna

El gato andino fue avistado entre Carchi e Imbabura, tras atacar a las gallinas de una finca de la zona. Foto: Cortesía Andrés Laguna

El gato andino fue avistado entre Carchi e Imbabura, tras atacar a las gallinas de una finca de la zona. Foto: Cortesía Andrés Laguna

Las esperanzas de conocer más sobre el Leopardus colocolo resurgen en Ecuador, tras el hallazgo de uno de estos ejemplares en el norte del país. Más conocido como gato andino o de las pampas, este animal pertenece a una de las siete especies de felinos que habitan en el territorio ecuatoriano y es considerada la más rara.

Andrés Laguna, especialista de fauna silvestre del Departamento de Investigación para la Conservación de la Prefectura de Imbabura, cuenta que, en diciembre pasado, recibió la alerta de que un felino estaba atacando a las gallinas en las fincas ubicadas en la zona de Mira y el Chota, entre Carchi e Imbabura.

El propietario del lugar ya había atrapado al animal, por lo que los especialistas tuvieron que ir en ese momento para identificar a la especie. Una vez en el lugar, los biólogos se dieron cuenta de que se trataba del gato andino. Laguna admite que nunca imaginó que iba a poder observar a esta especie, ya que el último registro que se tiene de este animal en el norte del país es de hace 40 años. Además, existe poca información sobre su estado.

Otro de los aspectos que llamó la atención de los investigadores es que este animal está asociado con los ecosistemas de páramo, pero la finca donde fue hallado está ubicada en una zona cálida. Los especialistas le tomaron muestras genéticas y después lo liberaron en la Reserva Ecológica El Ángel.

Laguna explica que esto representa una oportunidad de investigación para entender la ecología de la especie en el norte del país. El hallazgo muestra que podría haber encontrado un refugio en la zona del valle interandino.

En el pasado, se buscó a la especie en las reservas El Ángel y Chimborazo, sin obtener resultados satisfactorios. Esto indicaba que el animal ya no estaba presente en el territorio ecuatoriano. El especialista en mamíferos dice que ahora se inicia un proceso para estudiar la población, genética, y áreas de vida de este gato.

El objetivo también es determinar si hay más de dos individuos. Esto permitirá conocer si su población puede ser viable en el futuro.

Hasta el momento, solo se conoce sobre el hallazgo de ejemplares aislados en distintas zonas del país, pero no se ha encontrado a una población. Diego Tirira, director científico de la Fundación Mamíferos y Conservación, dice que el registro más antiguo que se tiene de este animal en el país es del año 1923, cuando fue hallado por primera vez en Cumbayá. En esa época había más naturaleza y pocos habitantes, por lo que el gato andino podía descender hasta esta zona.

Según los datos de Tirira, esta especie ha sido registrada en 30 ocasiones desde que fue descubierta en el país. En los últimos 10 años, se ha podido observar a siete ejemplares, cada uno en distintos lugares. Uno de los registros más novedosos fue el obtenido en el bosque seco de Loja y otro ocurrió en la reserva Arenillas.

El espécimen hallado en diciembre corresponde al único registro hasta el momento de un ejemplar vivo y liberado en una reserva. “Es un animal con serios vacíos de conocimiento”, dice Tirira.

Otro problema es que las personas muchas veces lo confunden con un gato común. El Leopardus colocolo se diferencia por el patrón de manchas y la coloración de su espalda, que es naranja olivácea. En sus patas delanteras y en el pecho tiene marcas negras que lo distinguen de otras especies. Una de sus mayores amenazas es la presencia de animales domésticos en su hábitat, como los perros ferales y los gatos. Estos se comen a las especies que sirven de alimento para el Leopardus colocolo.

La desaparición del bosque seco y los incendios también se han convertido en amenazas para este animal. Laguna dice que, a través de la Fundación Big Mammals Conservation y de la Prefectura de Imbabura, se monitoreará el área donde podría estar refugiada la población de este gato.

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