60 niños y jóvenes saraguros se preparan para la Navidad

El pueblo de Saraguro se prepara para las fiestas de Navidad. Foto referencial: Archivo EL COMERCIO

El pueblo de Saraguro se prepara para las fiestas de Navidad. Foto referencial: Archivo EL COMERCIO

El pueblo de Saraguro se prepara para las fiestas de Navidad. Foto referencial: Archivo EL COMERCIO

El cantón lojano de Saraguro vive la alegría de la Navidad. Desde hace más de un mes, 60 niños y jóvenes de las comunidades indígenas asisten cada noche a los ensayos para las danzas que mostrarán durante los tres días de celebración.

Es la festividad más alegre y con mayor convocatoria en la que hay comida, música y danzas. En esta ocasión tiene otro valor especial: el Marcantaita (prioste) de uno de las tres imágenes del Niño Dios, que tiene la Iglesia Católica, es el alcalde del cantón, Abel Sarango.

Por ello, el organizador de las danzas, Baudilio Quishpe, dice que habrá más danzantes que representarán a personajes como sarawis, wikis, ajas, osos, tigres, paileros… A estos se les conoce popularmente como los ‘juguetes del Niño’.

El prioste principal solicitó la participación y logró una importante presencia de niños que se disfrazarán. Sammy Vacacela tiene cuatro años y por segundo año consecutivo participará como sarawi. Él es parte de los 16 menores de 12 años que danzarán y cantarán para el Niño Jesús.

Su madre, Luisa Lozano, pidió a la Marcamama (esposa del prioste) la participación de su hija. “Es una responsabilidad grande por los gastos en las vestimentas y el tiempo, pero lo asumo con alegría porque aportamos para mantener viva esta tradición cultural religiosa”, señala Lozano.

Los ensayos se realizan en la casa de Baudilio Quishpe. Es el encargado de preparar más de 50 danzas y melodías andinas que bailarán los personajes, en múltiples ocasiones, entre el 23 al 26 de este mes, en la casa del Marcantaita. También en las procesiones y desfiles que se efectuarán en los exteriores de la iglesia de Saraguro.

Narcisa Chalán participa desde hace más de ocho años con sus hijos. Esta ocasión inscribió como sarawis a Narcisa y Sebastián, de cinco y siete años, respectivamente. “Siempre digo que es el último año que los saco, pero ellos me insisten que quieren bailar y es bueno para que estén cerca de las expresiones culturales del pueblo Saraguro”, asegura.

Los padres acompañan a sus hijos en los ensayos y aprovechan para compartir un café con humitas o tamales. El miércoles pasado, Samy Vacacela, Narcisa González, Yarik Saca y Sully Guamán, menores de seis años, bailaron casi una hora al ritmo de Chaspishka, que fue entonado por Quishpe con instrumentos de cuerda.

Con pequeños saltos y leves movimientos de la mano con un pañuelo marcaban el compás. En otros espacios sus mamás acordaban los colores para confeccionar los trajes típicos, que vestirían para cada acto. Estos incluyen polleras, blusas bordadas, pañuelos, peinetas, cintillos, entre otras prendas.

Para Sisa Morocho, de 32 años, la participación de su hija, Killa Quishpe, de 10 años, le emociona porque está aprendiendo las costumbres y tradiciones de su cultura. “Cada personaje tiene una jerarquía y en su mente está alcanzar el mayor nivel para su edad, y eso se otorga por su desenvolvimiento”.

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