La exposición incluye imágenes de Araceli Gilbert en diferentes etapas de su vida. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO.
El uso de los colores andinos, tropicales y selváticos; la incorporación de diseños de comunidades indígenas de la región; y la perfección en la ejecución de las líneas y formas geométricas que plasmó en sus cuadros la convirtieron en la artista ecuatoriana más reconocida en Europa durante la segunda mitad del siglo XX.
Araceli Gilbert (Guayaquil, 1914-Quito, 1993) exploró varios lenguajes artísticos, entre ellos el cubismo y el expresionismo. Pero fue en el arte abstracto donde encontró el espacio para plasmar su visión del mundo. Una visión que siempre la alentó a rechazar el canon y las convenciones del arte local, protagonizado por esos años por el Realismo Social, para colocarse en las vanguardias.
Con el objetivo de mostrar, sobre todo, a las nuevas generaciones los aportes de Gilbert, el Museo Nacional del Ecuador (MuNa) abre hoy (20 de diciembre del 2018), a las 19:00, la exposición ‘Araceli Gilbert: Ritmo y Color’. Esta incluye 20 obras provenientes de instituciones públicas como El Museo Antropológico y Arte Contemporáneo (MAAC), del Centro Cultural Metropolitano (CCM) y coleccionistas privados.
Ivette Celi, directora del MuNa, afirma que esta es la primera muestra de la sala autoral del museo, un espacio permanente dedicado a resaltar la relevancia de los representantes del arte ecuatoriano. “Decidimos inaugurar esta sala con la obra de Araceli Gilbert -dice- porque nos parecía que su obra ha sido muy poco tomada en cuenta en los espacios museales durante los últimos años. Es un homenaje a un artista que rompió con los esquemas del arte local”.
‘Manhattan’ (1985). La obra es parte de la colección de Marcela Blomberg. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO.
La exhibición que cuenta con la curaduría de Adriana Díaz, Lenin Oña y Marcela Blomberg, hija de Gilbert, está dividida en tres ejes temáticos. El primero da cuenta de su universo personal a través de obras como Manhattan (1985) y el tríptico Calma (1958). En este espacio también se incluyó una serie de fotografías y documentos que son parte del Archivo Blomberg.
Marcela Blomberg cuenta que este archivo fue creado hace 20 años con el objetivo de preservar y promover el legado cultural con el que se quedó después de la muerte de sus padres. A la historia de ese legado también se podrá acceder a través de una pantalla táctil donde se podrá revisar información sobre la vida y obra de la artista.
El segundo eje tiene relación a las búsquedas artísticas de Gilbert, su experimentación con las formas y las variaciones que fueron tomando sus líneas. Esto se verá a través de cuadros como ‘Rythmes colores’ (1952), ‘Construcción N° 3’ (1972) ‘Ritmo Vertical N° 2’ (1978) y ‘Naranja Rosa’ (1973).
El tercer eje está enfocado a mostrar sus aportes dentro del abstraccionismo nacional e internacional, con obras como Malabar (1985), Variaciones sobre un tema N° 2 (1985), Tema sobre blanco(1958) y Estructura lineal (1984), una obra inspirada en telas bordadas y cerámicas de los shipibos un grupo étnico de Perú.
A criterio de Oña, esta exposición muestra la obra de un artista que se empeñó por ser una mujer de su siglo. “Araceli -dice- fue la artista mejor formada del país durante el siglo XX. Estudió en Ecuador, Chile, Estados Unidos y Francia”. El investigador agrega que el trabajo de Gilbert siempre tuvo una vocación universal que ayudó a legitimar a las mujeres artistas de la escena local.
Como se lee en una de las frases que son parte de la exposición, Araceli Gilbert estaba convencida que el arte abstracto se convertirá en una salida a nuevas posibilidades.