El arte precolombino del Museo del Alabado será transmitido de forma virtual. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Con el lanzamiento de Educalabado, un programa educativo no formal destinado a escuelas y a colegios, el Museo de Arte Precolombino Casa del Alabado inició una nueva etapa de difusión del patrimonio de las culturas precolombinas que habitaron el territorio ecuatoriano.
La paralización de la atención presencial en el museo, a causa de la pandemia, permitió que el equipo de este repositorio se dedique a la creación de contenidos interactivos, que están vinculados a la interpretación de la historia de los pueblos precolombinos y al currículo escolar, que está vigente desde el 2016.
Elisa Ullauri, coordinadora de educación del museo, cuenta que el programa se apoya en un aula virtual, la primera destinada a un museo en Ecuador, llena de recursos pedagógicos, entre ellos mapas geocronológicos, trivias, podcast, líneas de tiempo, talleres manuales, glosarios y fichas técnicas de las culturas.
Una de esas actividades, destinadas a estudiantes de bachillerato, gira alrededor de La gran boa, un mito del pueblo indígena amazónico Shipibo Konibo. Según esta leyenda, La gran boa era una mujer y maestra del barro y la arcilla. Ella les enseñó a las mujeres de Shipibo a crear distintos artefactos.
Los contenidos del programa -según Ullauri- están enfocados a promover en los niños y los jóvenes un pensamiento crítico. “Son contenidos que integran una visión de conciencia ambiental, que abordan la interculturalidad, la diversidad espiritual y exploran y construyen la memoria y la identidad”.
El programa cuenta con dos componentes, Alabado al aula, que consiste en experiencias educativas que llevan el museo a las aulas (por el momento a las casas de los estudiantes), y Alabado profes, un programa para docentes que les brinda apoyo con formación y herramientas pedagógicas.
Otro de los objetivos que tiene Educalabado es establecer alianzas con el sector privado, para que estas experiencias educativas puedan llegar a niños, jóvenes y profesores de escuelas y colegios que se encuentran en situación de vulnerabilidad, a causa de la crisis generada por la pandemia.
Entre las iniciativas que también esperan activar, cuando los niños y jóvenes vuelvan a clases presenciales, está el Museo Móvil. A criterio de Ullauri, la pandemia ha demostrado que los museos tienen que pensar más allá de las paredes que cubren sus edificios y vincularse con la comunidad, sobre todo, con las personas y las instituciones que forman parte de su entorno más cercano.