El director guarandeño Víctor Arregui, en la sala principal de la sede de la Alianza Francesa de Quito. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO.
A los 6 años, Víctor Arregui se clavó por accidente una aguja hipodérmica en el ojo izquierdo. Desde ese momento su visión, de todo lo que había en el mundo, dejó de ser tridimensional y se volvió plana.
Esa forma particular con la que aprendió a ver las cosas las plasmó en películas como ‘Fuera de Juego’, ‘Cuando me toque a mí’ o ‘El facilitador’. Lo nuevo es ‘Buscándome’, la exposición fotográfica que inauguró a inicios de enero del 2019.
Las 33 fotografías en blanco y negro que se exhiben en la Sala Principal de la Alianza Francesa sirven como una especie de mapa para explorar los mundos que siempre lo han inquietado, los que lo seducen y también los que lo atemorizan.
En la serie ‘Retratos’ muestra su interés por hurgar en la vida de los otros a través de la captura de su rictus, estados de ánimo que van desde la tristeza hasta la felicidad pasando por el cansancio y el enojo.
Ahí está, por ejemplo, la imagen que captó de su amigo, el fotógrafo Iván Garcés, en medio de un paisaje andino, tres semanas antes de su muerte; o la imagen de un niño de sonrisa generosa que juega entre las lápidas de un cementerio. “En esta serie -cuenta- se pretende mostrar cómo los veo pero también cómo ellos se ven en el día a día”.
En la exhibición se incluyen objetos personales de Arregui. Uno de ellos es la caja de su primera cámara de fotos. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO.
En ‘Soledad’, las imágenes de autorretratos y retratos, incluido el de su mamá, se juntan a imágenes de paisajes que evocan pasajes añejos de su vida, como la fotografía donde aparecen las montañas que rodean Guaranda, la ciudad donde nació y vivió hasta sus años de adolescencia. Finalmente, en las series ‘Visión’ y ‘Ceguera’ pone el acento en personajes con los que busca entablar un diálogo a través de sus miradas; qué es lo que están viendo y cómo lo están haciendo.
Para el fotógrafo ‘Coco’ Laso, curador de la exposición, estas series dan cuenta de cómo Arregui se ha relacionado con el mundo durante los últimos 30 años. “He trabajado con Víctor como director de arte en sus películas de ficción y como director de fotografía en sus documentales y me he dado cuenta que en sus fotografías el desconocido que encuentra en la calle es igual de importante que su madre”.
A más de las fotografías, en la exhibición hay una serie de objetos, entre ellos la maleta en la que guardaba su primera cámara de fotos, una Pentax con la que, en 1987, acompañó a Frank Vargas Pazzos en su campaña presidencial. “Por esos años -cuenta- gente como Manolo Sarmiento, Oderay Game, Cristina Rodas, Carlos Naranjo, Juan Martín Cueva y Camilo Luzuriaga éramos parte del grupo Cine y apoyamos la campaña de Vargas Pazzos”.
Quizás uno de los objetos más llamativos es un cartel parecido a los que hay en los consultorios de los oftalmólogos donde se lee, en letras de distinto tamaño, la frase: “El día que me callé”, que da nombre al nuevo documental que está preparando.
Laso cuenta que esta exposición también podría ser leída como la primera entrada al nuevo filme de Arregui. “El documental es un cinta introspectiva que va narrando todo lo que un hombre calla a lo largo de su vida y cómo esos silencios han ido generando dolores. Algo que también se puede leer a través de las 33 fotografías que se exhiben en esta exposición”, explica.