Encuentro de motoviajeros realizado en Sierra Alisos, organizado por Horizons Unlimited. Fotos: Cortesía Jackson Zamora y Attila Gyuris. Julio Estrella / El Comercio
Recorrer destinos exóticos, fotografiar paisajes en medio de la carretera luego de sortear las inclemencias meteorológicas y experimentar una sensación de libertad son las principales características del motoviajero.
Según Attila Gyuris, representante de la organización de motociclistas Horizons Unlimited, esta forma de viajar es muy popular porque le permite socializar con las personas que viven en los destinos.“La moto es como un imán. Es la mejor manera de conocer el país y a su gente. Es ideal para quienes han culminado su etapa laboral y acumularon dinero y tiempo necesario para hacer un viaje largo”, reseña.
Gyuris, de 65 años, ha recorrido Norteamérica, Centroamérica y parte de Sudamérica en moto. Él tiene planeado llegar a Ushuaia, recorrer la costa atlántica de Argentina, Uruguay y Brasil, para luego atravesar la Amazonía y retornar al Ecuador.
Para Yulia Goloskokova, nativa de Kazajistán, la motocicleta le permitió conocer rincones alejados del Ecuador.
“Hace pocos días hice la ruta Loja, Gualaquiza, Macas, Puyo, Baños, Ambato y Quito. La comida típica que encontré en los pueblos pequeños es muy rica porque la obtienen directamente de la tierra”, señala Goloskokova, quien se desempeña como terapista física de la columna. Hace dos años ella reside en Canoa (Manabí).
Attila Gyuris en la frontera entre Honduras y Nicaragua. Fotos: Cortesía Jackson Zamora y Attila Gyuris. Julio Estrella / El Comercio
En el reciente encuentro organizado por Horizons Unlimited en Sierra Alisos, que reunió a más de 60 motoviajeros, se abordó la nutrición que se requiere luego de 35, 40 y hasta 90 días por la carretera.
“Estos eventos sirven para formar redes de contactos entre viajeros y conocer rutas para reducir tiempos de viaje o ampliar las experiencias en un destino”, explica Raúl Guarderas. Añade que la motocicleta es versátil para ingresar a un Centro Histórico o a un glaciar.
Para Guarderas, se deberían establecer políticas para este tipo de turismo, pues ayuda a incrementar el tiempo de estadía de los visitantes en un lugar. “Estos viajeros se quedan al menos tres semanas haciendo turismo comunitario y gastronómico en destinos apartados del país”, añade.
Para Alejandra Izurieta y Modesto Ponce, pareja que ha recorrido 16 países en dos años y medio, la planificación de viaje es fundamental para establecer rutas y presupuestos, pero más importante es llevar el equipaje adecuado. “Estos viajes sirven para acumular experiencias, no objetos”, recomienda Izurieta.