El cantón Playas dispone de una franja costera de 40 kilómetros. Una de las más concurridas está frente a la ciudad. Fotos: Mario Faustos y Enrique Pesantes/ EL COMERCIO
Sus plazas y monumentos guardan la riqueza cultural de su población. General Villamil Playas, en la provincia del Guayas, prioriza la recuperación de su identidad: la del cholo pescador, que se observa en sus espacios públicos, y también en su gastronomía.
A pocos metros del edificio municipal se renovó el monumento al pescador. La figura de un hombre de 12 metros de altura, que sostiene dos pescados en su mano derecha, se muestra imponente. Se ubica en el centro de un redondel que ha sido regenerado con vivos colores, áreas verdes y luces de colores para las noches.
Dany Mite, alcalde del cantón, contó que una de sus primeras acciones tras asumir la gestión en mayo pasado ha sido trabajar en la recuperación del orgullo de los cholos pescadores. Así, se dará a conocer la cultura de la localidad.
La balsa es un monumento que evoca la ancestral forma de navegación de la población local. Las embarcaciones son guancavilcas. Fotos: Mario Faustos y Enrique Pesantes/ EL COMERCIO.
También se destaca el monumento a la Balsa ancestral. La estructura, de 12 metros, se sostiene en tres grandes troncos de madera de balsa en la base de la embarcación, un mástil y una vela extendida.
La escultura evoca a las balsas ancestrales del cantón que es patrimonio cultural del Ecuador y se construyó en el redondel de ingreso al cantón de la provincia del Guayas.
El conocimiento sobre la construcción de las balsas y la navegación en estas embarcaciones guancavilcas permanece vigente de forma casi exclusiva en la memoria y en la práctica de los pescadores.
El pescador es un monumento en el que se destaca a un hombre villamilense, de unos 12 metros con dos pescados en su mano derecha. Fotos: Mario Faustos y Enrique Pesantes/ EL COMERCIO.
Pero el cantón también oferta una variedad gastronómica. Se han realizado los festivales de la Corvina y de la Ostra.
El cantón guayasense es parte de la ruta turística del Pescador. El visitante podrá recorrer sus playas en sus 40 kilómetros de perfil pesquero y sus zonas de influencia. Para el viajero los atractivos son el Ovniódromo y Playa Varadero, en Data de Posorja, o navegar a bordo de lanchas que parten de Posorja o Puerto El Morro, para disfrutar el avistamiento de delfines y aves y de la gastronomía local. También recorrer la Isla Puná y descansar frente al mar en una playa con eco-campamentos.
Si busca nuevos sitios para disfrutar del sol y mar, el lugar ideal es la parroquia Engabao y su puerto rompeolas, exclusivo para surfistas, también están Playa el Pelado, El Arenal y Data de Villamil.