La obra de Miguel Varea es potente y copiosa. Por eso, desde hace algunos años, Dayuma Guayasamín, (su esposa) y Martín Varea, (su hijo) trabajan en el inventario de su obra. Una muestra de ese inventario se verá desde mañana, en el Centro Cultural Metropolitano (CCM) con la inauguración de ‘Al modo del más ke nunka’. Una exhibición antológica que recopila más de 300 piezas de distintas colecciones privadas.
La exhibición, que ocupará cuatro salas del CCM, teje el camino que Varea ha transitado de forma sostenida, a pesar de sus adicciones y de sus encierros, por más de 40 años.
Dos días antes de la inauguración, el artista recorre las salas del CCM, se reencuentra con cuadros que no había visto en décadas y recuerda el origen de algunos. Una de las primeras ‘apariciones’ es la serie ‘Selfies’, autorretratos que dibujaba en los 70. “Siempre me interesaron los autorretratos”.
Uno de los ‘selfies’ que llama su atención: gafas estilo John Lennon y una melena corta. Pocos pasos más allá, Varea repara en una tinta. “Siempre me gustó la tinta, era un material que no se usaba mucho, pero muy dúctil”. La obra, cuyo título es Los hijos del putismo, está inspirada en Leopoldo Marechal, un escritor argentino al que descubrió durante los años dorados de la Librería Cima, en Quito.
La cromática de Varea se decanta mayoritariamente por el blanco y negro, sin embargo, esta muestra trae cuadros de gran formato muy coloridos como Hay un virus que me persigue; una pieza en tela de 3 metros de ancho por 2 metros de alto. “La pinté en el tiempo que se pusieron de moda los virus. Originalmente era en blanco y negro, y luego le puse color”.
En la segunda sala, Varea se detiene frente a una plumilla para hurgar en su memoria. “Había un enmarcador, que no sé si viva todavía, de nombre Alfonso Montaguano. Una vez me dijo que para saber pintar hay que saber dibujar y desde ahí no suelto el dibujo”.
Antes de salir de la sala, mira una serie de ilustraciones sin firma que la fotógrafa Marcela García le pidió para Libri Mundi. Muchas de sus obras están sin firma y año, pero él las reconoce como si las hubiera pintado ayer. En otros de los salones descubre unas puertas del taller de la República de El Salvador y Portugal. “Casa en la que he vivido, casa a la que le pinto las puertas y las paredes”.
Más allá, se reencuentra con los dibujos en el reverso de las tarjetas de presentación de su padre, los dibujos de sus experiencias en las clínicas en las que fue internado, personajes políticos, desnudos…
Al final del paseo por su mundo, Varea habla de una de sus adicciones preferidas: la literatura. Cuenta que esa pasión es herencia de su padre, pero que por estos días está dedicado a escribir más que a leer. Mañana también se lanzará el libro ‘A la luz de una esperma nuevecita’, que es el catálogo de la muestra y a su vez una recopilación de la obra escrita de Varea.
La exposición ‘Al modo del más ke nunka’ se abrirá el jueves 28, y estará hasta el 12 de julio, en el Centro Cultural Metropolitano. La atención será de martes a domingo, de 09:00 a 17:00.