Imagen referencial. Los loros grises llegaron el pasado el 15 de agosto del 2020 al zoológico Lincolnshire Wildlife Park, en Reino Unido. Foto: Pixabay
Cinco loros grises africanos que fueron adoptados por el Lincolnshire Wildlife Park, en Reino Unido, fueron separados por las autoridades del lugar luego de que insultaran a los trabajadores y visitantes.
De acuerdo con información del medio británico Mirror, publicada este 29 de septiembre del 2020, los loros llegaron el pasado el 15 de agosto y fueron colocados en una habitación y, al parecer trajeron las malas palabras al santuario que cuenta con 1 500 aves de todo tipo.
Steve Nichols, director, dijo que “seguramente uno de los loros empezó y el resto comenzó a imitarlo”, y agregó, entre risas, que “convirtieron esto en una taberna de borrachos malhablados”.
En declaraciones a The Sun, Nichols señaló que hasta ahora nadie se ha quejado, sin embargo tuvieron que tomar medidas rápidas cuando los loros comenzaron a usar obscenidades con los invitados y además porque se acercaba un fin de semana y vendrían niños.
Según mencionó el director a The Sun, “las aves responden a las reacciones. Por eso, cuando les dicen a los visitantes que se ‘jodan’, generalmente hay carcajadas” y eso estimula a que las aves sigan insultando”.
Por ello, y para evitar posibles problemas con las personas que los visitan, se tomó la decisión de retirar momentáneamente a Billy, Tyson, Elsie, Jade y Eric y dejarlos separados.
La información señala que los loros llegaron al recinto, que también funciona como Santuario Nacional de Loros, donados por propietarios que ya no querían tenerlos, aparentemente cansados de las aves en medio del encierro causado por la crisis del covid-19.
Nichols contó al Lincolnshire Reporter que siempre reciben loros, pero nunca habían llegado cinco al mismo tiempo. El director explica que por norma, las aves fueron puestas juntas en cuarentena, lejos de los otros habitantes del ‘zoo’ y allí “de pronto, teníamos una habitación llena de loros insultando”. Tras pasar ese período se los puso en exhibición y siguieron con las malas palabras, para sorpresa de los funcionarios del lugar.
“Algunos visitantes podrían sentirse ofendidos y en realidad nos preocupamos porque hubo personas que inicialmente no se percataron de que eran los loros los que insultaban, pues la voz suena como una voz humana”, reveló al Lincolnshire.
Steve Nichols aclaró que la medida es por precaución y para evitar problemas mayores. Sin embargo, dijo, hay “visitantes que insultan delante de los loros, incitando a las otras aves a hacer lo mismo”. Ahora que están separados, los dejarán allí hasta que cambien su vocabulario.