El auditorio de Petroecuador en el centro de Guayaquil acogió una jornada de socialización de la Ley Orgánica de Cultura. Foto: EL COMERCIO
La Ley Orgánica de Cultura, cuyo borrador está siendo difundido antes de la consolidación del informe para segundo debate apunta a un ‘reparto más equitativo’ del presupuesto de los núcleos de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE). Así lo anunció la mañana de este miércoles 29 de junio Raúl Abad, presidente de la Comisión de Educación, Cultura y Ciencia y Tecnología de la Asamblea Nacional.
“La Ley no es sólo de la Casa de la Cultura. Y no estamos rompiendo la autonomía de la entidad. Pero no puede ser que el 52% del presupuesto se quede en Quito”, indicó el asambleísta, en un acto de divulgación y debate del proyecto en Guayaquil.
La CCE tiene un capítulo especial en el borrador, que apunta a una “autonomía responsable” de la entidad, con rendición de cuentas. “La idea es que el presupuesto se maneje de forma equitativa y por resultados”, indicó Abad, quien reconoció la deuda con una Ley que lleva 8 años de postergación. El próximo lunes la Comisión comenzará el armado del texto definitivo para presentar a la Asamblea, un informe que se espera enriquecer con el aporte de la socialización.
El asambleísta Gastón Gagliardo, miembro de la Comisión, resumió el proyecto. Los núcleos provinciales de la CCE podrán tener sedes cantonales, explicó.
Entre las variables que se tendrán en cuenta para la asignación del presupuesto de la Casa de la Cultura están la importancia demográfica de cada provincia, la infraestructura, la eficiencia administrativa y la calidad de la gestión (que comprende acceso, participación, interculturalidad, fomento, circulación y educación).
El proyecto prevé incentivos para la Casa de la Cultura como la exoneración tributaria en lo que tiene que ver con el IVA respeto a los contratos que corresponden a su gestión. Y se exoneran los derechos arancelarios a la importación de equipos, maquinarias, instrumentos y accesorios musicales, insumos para la producción de libros y vehículos para programas de difusión.
La Ley propone además incentivos como la exoneración del pago de anticipo de impuesto a la renta a emprendimientos culturales, y excepción al pago del IVA. También plantea que los GAD’s (Gobiernos Autónomos Descentralizados) inviertan en la promoción artística local el 50% de lo recaudado en espectáculos públicos.
Gagliardo habló además de un régimen especial laboral y de seguridad social para artistas y gestores culturales, con regularización de las jornadas laborales y modalidades especiales de contratación. “El organismo competente adaptará una modalidad que sea flexible para garantizar el derecho a la Seguridad Social”, dijo.
Los núcleos provinciales de la CCE “tendrán como finalidad la producción, circulación y acceso a las obras y bienes servicios artísticos, culturales y patrimoniales, y procesos de activación de la memoria social”, según el texto.
Hugo Avilés, el director del grupo y de la Casa Fantoche, que salió de la sala antes del término del evento, dijo estar preocupado por la excesiva institucionalidad de la Ley que deja al margen de los beneficios a los gestores autónomos, como el caso de las 16 salas de teatro independientes de Guayaquil.
El actor Héctor Garzón, presidente de la Asociación de Teatreros Casa del Teatro, pidió entre otras cosas revisar la política de la gratuidad de los estamentos estatales (tanto del Gobierno central como de las Alcaldías), que según él depreda la labor económica de los artistas autónomos. “Merced de la gratuidad todo el mundo prefiere asistir a un concierto gratuito de una Sinfónica y nadie va a las salas de artistas independientes”.