La bioquímica ha consagrado su carrera a investigar el ácido ‘ARN mensajero. Foto: Tomada de la cuenta Twitter @kkariko
La pandemia, generada por la propagación del covid-19, provocó una investigación acelerada en búsqueda de una vacuna para mitigar la catástrofe provocada por el SARS-CoV2. La investigadora Katalin Karikó, de origen húngaro, encontró hace tres década la ruta para la vacuna que es distribuida ahora por Pfizer-BioNTech y Moderna.
Katalin Karikó, de 65 años, nació en la pequeña localidad de Szolnok, en Hungría, y creció en una casa de adobe y sin los servicios básicos, según información de El País.
“Yo era una niña feliz. Mi padre era carnicero y me gustaba mirarle trabajar, observar las vísceras, los corazones de los animales, quizás de ahí me vino la vena científica”, cuenta Karikó.
Después de estudiar Biología en Hungría, en 1978 trabajó en un laboratorio de su país natal, para en 1985 trasladarse, junto a su esposo e hija, a Estados Unidos para hacer el doctorado, tras recibir una invitación de la Universidad de Temple, en Filadelfia.
Karikó continúo su investigación del ARN mensajero (ARNm) en la Facultad de Medicina de Pensilvania. En los años noventa su idea de hacer tratamientos y vacunas basadas en la molécula del ARNm no obtuvo financiamiento. La investigación en ARNm para combatir enfermedades se consideró demasiado arriesgada como para invertir.
La ARNm es una molécula sin la que no podría existir la vida en la Tierra. Es el mensajero encargado de entrar en el núcleo de las células humanas, leer la información que contiene, una especie de instrucciones genéticas, el ADN, y salir con la receta para producir todas las proteínas que se necesita para moverse, respirar, reproducirse y vivir, según National Human Genome Reaseach Institute.
Karikó quería usar las células del propio enfermo para que fabricasen la proteína que les curaría inyectándoles un pequeño mensaje de ARN. “Todo el mundo lo entiende ahora, pero no entonces”, lamenta la científica, según información de El País.
En el 2004, Karikó y su colega Drew Weissman consiguieron desarrollar un método para utilizar ARNm sintético para combatir enfermedades que implica cambiar la forma en que el cuerpo produce material para combatir virus. Ese trabajo es ahora la base de la vacuna de Moderna y Pfizer-BioNTech, según información del portal 20 Minutos.
Los dos científicos patentaron sus técnicas para crear ARN modificado, pero la Universidad de Pensilvania decidió cedérselas a la empresa Cellscript. “Querían dinero rápido y las vendieron por 300 000 dólares”, cuenta Karikó.
En 2010, un grupo de investigadores de Estados Unidos fundó una empresa que compró los derechos sobre las patentes de Karikó y Weissman. Su nombre era un acrónimo de ‘ARN modificado’: Moderna.
BioNTech también adquirió varias de las patentes sobre ARN modificado de Karikó y Weissman para desarrollar vacunas contra el cáncer.
En 2013, Karikó fue contratada por BioNTech, de la que hoy es vicepresidenta. El día que se dieron a conocer los resultados de la eficacia de la vacuna contra el coronavirus covid-19 impulsada por las farmacéuticas Pfizer y BioNTech, todo el esfuerzo de Karikó cobró sentido.
Las empresas Moderna y BioNTech han recibido cientos de millones de euros y dólares de fondos públicos para desarrollar en tiempo récord sus vacunas de ARNm, la misma idea que Karikó y otro pequeño grupo de científicos intentó impulsar hace 30 años sin éxito.
Karikó y Weissman se juntaron para recibir la primera dosis de la vacuna de BioNTech contra el covid-19.
“En los últimos 40 años no he tenido ni una recompensa a mi trabajo, ni siquiera una palmadita en la espalda. No lo necesito. Sé lo que hago. Sé que esto era importante. Y soy demasiado vieja para cambiar. Esto no se me ha subido a la cabeza. No uso joyas y tengo el mismo coche viejo de siempre”, indicó, según el medio mencionado.
En Ecuador, el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, informó el pasado 16 de diciembre del 2020 que la Agencia de Regulación y Control Sanitario (Arcsa) aprobó la noche del martes 15 de diciembre la vacuna de Pfizer y BioNTech contra el covid-19. Asimismo, señaló que está previsto vacunar al 60% de la población contra el virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad.
Las primeras 50 000 dosis que llegarán al país se aplicarán como fase cero a personal de primera línea y adultos mayores de centros geriátricos y sus trabajadores. En la fase uno, con las siguientes dosis que llegarán en marzo, se inmunizará al personal de salud que no fue vacunado en la fase anterior, fuerzas del orden y bomberos, personal de recolección de desechos, de sectores estratégicos y grupos vulnerables.