Janneth, la única sudamericana que recibe la pensión de su pareja del mismo género

Janeth, cuencana de 52 años, recibe la pensión de Monte Pío de su pareja Thalía, quien falleció de cáncer en el 2011. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO

Janeth, cuencana de 52 años, recibe la pensión de Monte Pío de su pareja Thalía, quien falleció de cáncer en el 2011. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO

Janeth, cuencana de 52 años, recibe la pensión de Monte Pío de su pareja Thalía, quien falleció de cáncer en el 2011. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO

Todos los meses desde hace tres años, la cuencana Janneth recibe la pensión de Monte Pío de su pareja Thalía, quien falleció en el 2011. Ella es la única mujer de Sudamérica que logró acceder a este derecho, que en el caso del país lo entrega el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

Janneth, de 52 años, tuvo una relación de unión de hecho durante más de cuatro años con Thalía. Para la cuencana, no fue fácil lograr que el IESS, reconozca que existía una unión de hecho para percibir los aportes que su pareja hizo por su trabajo en la Asamblea Nacional.

Ella desde 1997 trabaja por el respeto a la población GLBTI. En ese año ella recibió una agresión física brutal, tan solo porque su preferencia sexual son las mujeres. Este hecho hizo que se radique por 15 años en Quito y que empiece su lucha por los derechos de los homosexuales.

Durante más de cinco meses realizó una serie de trámites y se sometió a investigaciones del IEES para que comprueben que Thalía, quien falleció tras padecer cáncer. “En realidad era mi pareja”.

En el domicilio de la cuencana de mediana estatura, delgada, tez blanca y cabello negro existe una suerte de altar, con una serie de fotos y recuerdos de Thalía, que le motivan a continuar luchando por los derechos de la población GLBTI.

También acudió a la Asamblea Constituyente para impulsar la aprobación del artículo 68 de la Constitución de Montecristi.

Ese artículo indica que “la unión estable y monogámica entre dos personas libres de vínculo matrimonial que formen un hogar de hecho, por el lapso y bajo las condiciones y circunstancias que señale la Ley, generará los mismos derechos y obligaciones que tienen las familias constituidas mediante matrimonio”.

Janneth lleva un par de pulseras multicolores y sus uñas también están pintadas con la misma tonalidad, en señal que no esconde su identidad sexual. Le molestan las injusticias que se han cometido en el país: cita como ejemplo que en 1997 ser homosexual era motivo de reclusión.

También le molestan la discriminación hacia los gais, lesbianas, transexuales, bisexuales e intersexuales, “En Cuenca todavía existe un irrespeto y agresiones físicas”.

Janeth lleva pulseras multicolores como señal de que no teme esconder su identidad sexual. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO

Ella se levanta a tempranas horas y comparte su vida con sus dos hijos varones y sus dos nietos. “Mi tendencia sexual no me hace diferente al resto, mi vida es igual que la de los demás”

A Janneth, le causa una serie de cuestionamientos como el Monte Pío prohíbe a hombres, mujeres que enviudaron que vuelvan a tener pareja, porque de lo contrario pierden su Monte Pío.

Para ella, es importante que el Concejo Cantonal de Cuenca de paso al segundo debate de la ordenanza a favor de la población GLBTI, “solo pedimos que se respete nuestros derechos de educación, salud, trabajo y no discriminación”.

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