Isla Magdalena, en el extremo sur de Chile, es un paraíso para decenas de miles de pingüinos de Magallanes que llegan cada año aquí para reproducirse. Pero el calentamiento climático es una amenaza latente para la especie, alertan los administradores de esta reserva natural.
Con 85 hectáreas, la isla Magdalena, situada a 25 millas náuticas (50 km) de la ciudad de Punta Arenas, en el Estrecho de Magallanes, tiene 22 especies de aves: 11 residentes y 11 en temporadas, como el pingüino de Magallanes.
Unos 23 000 turistas visitan cada año el Monumento Nacional Los Pingüinos, integrado por el islote Marta y la isla Magdalena.
Los principales predadores del pingüino son el ave skua y la gaviota dominicana, que se alimentan de los huevos y bebés de la especie, explica Roberto Fernández, que desde hace siete años es guarda forestal en la isla.
“Actualmente, lo que observamos es que el verano está demorando en llegar y se está extendiendo hasta marzo. Los cambios climáticos están causando un aumento en las poblaciones de gaviotas, eso es cierto”, admite Neftalí Aroca, administrador del Monumento Nacional Los Pingüinos.
La información confirma la alerta lanzada en enero en la publicación científica en línea Plos One, según la cual los eventos climáticos extremos, como el calor anormal y las lluvias fuertes, habrían matado a un gran número de jóvenes pingüinos de Magallanes.