El Impacto geopolítico de la tecnología 5G crece

En noviembre, Pekín fue sede de la Convención Mundial 5G. China ha construido más de 100 000 estaciones base 5G en su territorio. Foto: EFE

En noviembre, Pekín fue sede de la Convención Mundial 5G. China ha construido más de 100 000 estaciones base 5G en su territorio. Foto: EFE

En noviembre, Pekín fue sede de la Convención Mundial 5G. China ha construido más de 100 000 estaciones base 5G en su territorio. Foto: EFE

El enfrentamiento económico, tecnológico y comercial también incide en la seguridad mundial. La reunión de los miembros de la OTAN marcará pautas. 

Los compromisos asumidos por los países para incorporar la tecnología de quinta generación (5G) han puesto a correr a gobiernos de casi todo el mundo. El próximo año es, para muchos, el punto de partida para entrar de lleno en este nuevo escenario digital. Por ejemplo, en el 2020 todas las naciones de la Unión Europea (UE) deberán contar con al menos una ciudad principal con tecnología 5G disponible comercialmente, mientras que la cobertura deberá ser total a lo largo de la nueva década.

En Sudamérica, el tiempo también presiona a países como Brasil, en donde se espera que se adjudique la operación de esta tecnología el próximo año, mediante licitación.

La tecnología 5G permitirá el pleno desarrollo de la Internet de las Cosas, la conducción autónoma, la impresión 3D, la industria 4.0, la telemedicina, el uso masivo de Big Data, la robótica avanzada o la realidad virtual, entre otras realidades de la economía digital. La conectividad se constituye un factor clave para la competitividad de los países. De allí la trascendencia y la disputa geopolítica, por llegar a tener la hegemonía en la provisión de este servicio.

Así lo han entendido en los últimos años EE.UU. y China, metidos de lleno en una carrera para lograr la supremacía tecnológica, y en abierta competencia. Este enfrentamiento, que es económico, tecnológico y comercial, también incide en la seguridad mundial.

Por ello, este es uno de los temas que se prevé abordar en Reino Unido, los días 2 y 3 de diciembre, en el marco de la cita de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), por sus 70 años de creación. Además, en esa cita no se descarta una reunión entre Trump y Xi Jinping; una de tantas que han mantenido estos jefes de Estado, en medio de una guerra comercial.

La OTAN tiene sus orígenes en la firma del Tratado de Washington de 1949, mediante el cual 10 países de ambos lados del Atlántico (Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal y Reino Unido) se comprometieron a defenderse mutuamente, en caso de una agresión armada contra cualesquiera de ellos.

Siete décadas después, el tema de la protección ante cualquier ataque los une de nuevo, pero esta vez, los escenarios son otros. El pasado 25 de octubre, los ministros de Defensa de la OTAN concluyeron una reunión en la que acordaron evaluar “concienzudamente”, los riesgos de seguridad ante el desarrollo de futuras infraestructuras, como las redes 5G.

Una semana antes de la cita de la Organización en Reino Unido y en medio de la dispu­ta entre EE.UU. y China, la canciller alemana Ángela Merkel pidió a los miembros de la UE que acuerden sus políticas hacia China, advirtiendo sobre los “efectos desastrosos” de actuar de manera individual en estos tiempos de tensión sobre los derechos humanos y las tecnologías de las telecomunicaciones.

Si bien en Europa se definen posiciones frente al interés del ‘Dragón’ por tener la hegemonía sobre la provisión de la infraestructura tecnológica, China busca aliados en otras regiones del mundo.

En la reciente reunión de los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), efectuada el 13 y 14 de noviembre en Brasil, Jair Bolsonaro y Xi Jinping trataron este tema y, aparentemente, quedó abierta la posibilidad de que Huawei entrara en la puja por ser protagonista en la provisión del 5G para el gigante sudamericano.

Hasta ahora, Bolsonaro ha tenido en Trump un aliado político. No obstante, la relación entre ellos podría cambiar en caso de que Brasil admitiera la tecnológica china en la puja.

La consultora Euroasia identifica a las siguientes compañías como las principales titulares de las patentes de la 5G: Ericsson y Nokia (Europa); Qualcomm, Interdigital, Intel y Cisco (Estados Unidos); Huawei y ZTE (China); Panasonic y Fujitsu (Japón) y Samsung y LG (Corea del Sur).

La disputa por quién dominará el mercado de la tecnología 5G se ha convertido en un capítulo central en la guerra comercial entre las dos primeras economías del mundo. La administración estadounidense acusa a Huawei de espiar para Pekín, y la colocó en una lista de empresas a las que les está prohibido vender productos tecnológicos en EE.UU., salvo autorización especial.

La ciberseguridad, sin duda, es una de las mayores preocupaciones que se proyectan para los próximos años. En la reunión del Foro Económico Mundial, realizada este año en Davos, se estableció -en el informe sobre riesgos globales-, que los ciberataques son las amenazas más probables que pueden ocasionar graves consecuencias, por detrás de los eventos climatológicos extremos, los desastres naturales o el robo masivo de datos.

El 2020 no solo significa acelerar el ingreso a este nuevo mundo tecnológico, también implica para países como Rusia dar paso a un nuevo programa de rearme, que -según Vladimir Putin- deberá prever la creación y entrega al Ejército de armas basadas en nuevos principios físicos. “Se trata de modelos modernos y de avanzada de armas de alta precisión y medios de defensa aeroespacial, la aplicación activa de las tecnologías de la inteligencia artificial en la creación de productos militares”, indicó.

Las cartas están sobre la mesa. Ahora se espera que esta nueva cita de la OTAN permita despejar el panorama.

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