Los operadores turísticos de Otavalo ofrecen recorridos por los ríos y cascadas entre los USD 5-25. Fotos: Cortesía Mintur Zonal 1, Archivo / El Comercio
La fiesta del Yamor de este año posicionó al turismo comunitario gracias a la creación de circuitos culturales. Estos permitieron al turista conocer de cerca sobre la cultura de los pueblos de Imbabura, su gastronomía y hasta la ritualidad de su música.
Según Santiago Salazar, analista de desarrollo turístico de la Zonal 1 del Ministerio de Turismo, entre los 54 eventos que se organizaron del 30 de agosto al 8 de septiembre de este año para celebrar al Yamor, se estima que asistieron cerca de 90 000 turistas, de los cuales un porcentaje muy importante se decantó por el turismo comunitario rural.
“Estos circuitos comunitarios no solo fueron implementados para la fiesta del Yamor, sino que son permanentes”, explica. En este cantón imbabureño hay al menos ocho opciones en donde se oferta hospedaje, gastronomía y tradiciones, como conocer sobre la elaboración de instrumentos musicales andinos, tejidos, entre otros, y que están activos.
Para Silvana Tamayo, guía de turismo, las cascadas de Peguche no solo se centraron en la visita a su vistosa caída de agua, sino que también invitaron a explorar la cultura nativa a través de la Casa de la Música de Ñanda Mañachi. “Los grupos de turistas extranjeros piden mucho visitar ese lugar porque quieren conocer cómo se elaboran los rondadores, quenas, ampones, ocarinas, palos de lluvia, maracas, gaitas tradicionales, entre otros, que se utilizan para celebrar el Inti Raymi”, explica.
El trabajo con telares y los productos finales se pueden conocer en las rutas cercanas a Ibarra, Cotacachi y Zuleta.
Otra opción dentro de estos circuitos es el centro Peguche Wasi, donde se aborda la cosmovisión ancestral de los pueblos kichwas nativos. En su restaurante, a más de ofrecer alimentos orgánicos, se ha implementado un menú para las personas veganas.
En el centro Sumak Pacha, ubicado en el sector de Pijal, el alojamiento se realiza con familias del pueblo Kayambi. La convivencia le permitirá experimentar su quehacer diario y cómo dedican varias horas de trabajo a la agricultura orgánica, mientras que sus momentos de esparcimiento los dedican a la música, danza, elaboración de comida típica. Ofrecen, además, cabalgatas para disfrutar del paisaje andino.
La Asociación de Turismo Rural Coraza Ñan, ubicada en la parroquia otavaleña de San Rafael de la Laguna, ofrece la experiencia alrededor de la totora, insumo con el cual se elaboran artesanías como aventadores, canastas, esteras y diferentes tipos de muebles.
Salazar añade que los turistas pudieron conocer de cerca sobre la elaboración de la chicha del Yamor, que da nombre a las fiestas, elaborada con siete diferentes tipos de maíz. El platillo se elabora con carnes coloradas, mote, aguacate y una empanada de viento.
El alojamiento en estos circuitos se oferta desde los USD 10. Los desayunos, almuerzos y actividades complementarias como caminatas o cabalgatas se ofertan desde USD 15.
Según Salazar, el turismo comunitario se ha transformado en una buena opción para convivir junto a los pueblos nativos las celebraciones que a lo largo de septiembre se han programado en Imbabura.
Después del Yamor en Otavalo, se desarrolla una serie de festividades como De la Jora en Cotacachi (14 de septiembre), de la Virgen en San Antonio de Ibarra (15), la fiesta en honor a San Miguel en Urcuquí (27 y 28), hasta culminar con las fiestas de fundación española de Ibarra (28).