Hombres pasándose aguardiente. Anónimo. (izq.). Estatuilla antropomorfa de la cultura Bahía. Foto: cortesía del MuNa
Un espejo de obsidiana, que durante años, pasó guardado en la Reserva Nacional del Ministerio de Cultura y Patrimonio, es una de las nuevas piezas que se exhiben en el Museo Nacional del Ecuador (MuNa). La pieza es parte de la exposición ‘MuNa expone MuNa. El paso y la huella’ que se inaugura este martes 3 de febrero del 2020, a las 19:00.
Patricia von Buchwald, directora del museo, explica que el objetivo de esta muestra es activar diálogos y reflexiones sobre la idea de nación, a través de una pequeña cronología de bienes patrimoniales.
El recorrido por esta exhibición está dividido en cuatro estaciones temáticas: la estación precolombina, que abarca más de 10 500 años de historia; la estación colonial, que parte de la irrupción europea hasta la instauración político republicana; la estación moderna, que abarca la institucionalidad académica y cultural del país; y la estación contemporánea.
“Con esta exposición queremos mostrar al público que los bienes patrimoniales que son parte de nuestra reserva pueden servir como un espejo para pensar y entender nuestra identidad como sociedad”, dice Von Buchwald.
‘Señor de los azotes’, obra de autor anónimo. Foto: Cortesía del Muna
Entre las piezas que son parte de esta exhibición también están unas figurillas femeninas de cerámica que corresponden a la cultura Valdivia; un cráneo humano con deformación, de la cultura Machalilla; el ‘Señor de los azotes’, una obra pictórica de autor anónimo, de la Escuela Quiteña, y una Edición Príncipe de ‘Huasipungo’, la novela que Jorge Icaza publicó en 1934.
En esta muestra, la idea del espejo como metáfora para las reflexiones sobre la identidad ecuatoriana también está presenta en obras como un belén del siglo XVIII, de estilo barroco y enmarcado en una urna, en el que se representa a la Sagrada Familia. En este conjunto religioso se destaca un espejo de fondo, que otorga profundidad espacial y que refleja a quien esté de frente.
Para complementar este ejercicio reflexivo se suma la presencia expositiva de un teléfono móvil, ‘objeto de huella personal’, con el que el público podrá tomar ‘selfies’ precolombinos, coloniales, republicanos, modernos y contemporáneos, para luego subirlos a la Nube en un acto performático.