El Hotel Morenica del Rosario (abajo) es considerado como patrimonial y evoca la cultura indígena, en Cuenca. Fotos Xavier Caivinagua / EL COMERCIO.
La cultura cuencana, la civilización Inca, el estilo de vida campestre. Estos son algunos conceptos que se han traducido en la identidad de algunos hoteles del Ecuador. Son referentes de una nueva corriente que busca explotar nichos específicos del mercado, para diferenciarse de los tradicionales y generales.
El Hotel Inca Imperial, por ejemplo, está ubicado en Quito. A los visitantes se les ofrece una experiencia de vinculación con una parte de la historia latinoamericana. Grandes cuadros y figuras de los incas configuran su decoración y todo el sitio está hecho para que parezca un verdadero templo inca. A este establecimiento llegan alrededor de 600 turistas extranjeros cada año.
El Inca Imperial fue construido en 1969 por Maurice Grand, un visitante francés que decidió construir un hotel en la ciudad. Lo inca fue incorporado tras recibir una pieza arqueológica traída del Cusco, en el Perú. Para la decoración del hotel se importaron piezas y se hicieron réplicas para adornar las salas y habitaciones.
“Cuando una persona entra en una habitación de un hotel común es como una habitación de una casa, cuando llegan acá salen de la cotidianidad y tienen una nueva experiencia”, indica Evelyn Gutiérrez, administradora del lugar.
Los hoteles temáticos buscan que los turistas tengan vivencias personalizadas, algo que también han tratado de explotar otros tipos de alojamiento como resorts, lodges, haciendas, entre otros. En 2013, todos estos establecimientos sumaron 4 672, según el Ministerio de Turismo.
Pero de ese total, no se ha hecho un detalle para saber cuáles son temáticos. José Ochoa, dirigente de la Federación Hotelera del Ecuador (Ahotec) dice que lo temático apenas está saliendo a flote.
En Cuenca hay otro ejemplo: el Hotel Morenica del Rosario. Se enfoca en la cultura típica cuencana. La decoración, los muebles, mampostería e incluso los servicios de alimentación incluyen esta identidad.
Iván Tinoco, gerente del establecimiento, dice que “muy pocos turistas buscan lugares muy modernos, como cualquier otra ciudad. Al estar en una ciudad patrimonio, la cultura es fundamental”, afirma.
La casona, de tres pisos, donde está construido el hotel, cuenta con 17 habitaciones. Es una construcción de 1918 que pertenecía a un médico reconocido de la capital azuaya.
En el mundo, los hoteles temáticos son más numerosos. En la ciudad de Las Vegas, Estados Unidos, El Luxor es un referente. Tiene la forma de una pirámide y está decorado con motivos egipcios. Los visitantes pueden subir a la torre Eiffel en el Hotel París o navegar en el canal de Venecia en el hotel que lleva el mismo nombre, también en Estados Unidos.
Una de las ventajas que tiene Ecuador es el entorno natural y que ha sido aprovechado por hoteles enfocados en la ecología y el medioambiente.
Diego Utreras, director ejecutivo de Ahotec, dice que, en términos generales, los turistas extranjeros buscan a Ecuador por los paisajes, los recursos naturales, las actividades al aire libre. Y los hoteles se adaptan a esas necesidades.Los directivos de la asociación dice que en el Oriente se han catalogado como lodges a los establecimientos que aprovechan la naturaleza.
El Reglamento de Alojamiento Turístico describe a esta categoría como la que “utiliza materiales locales y diseños propios de la arquitectura vernácula de la zona en la que se encuentre y mantiene la armonización con el ambiente”.
En 2014 llegaron al país 1 557 006 visitantes y gastaron, en promedio, USD 1 250 por turista. Los ingresos por turismo sumaron USD 1 504 millones, lo cual representa un incremento del 20% con respecto al 2013, según el Ministerio de Turismo.