Una niña de aproximadamente 12 años es la nueva propietaria de unas botas de cuero y tacón que fueron donadas. Foto: EL COMERCIO.
Las donaciones que miles de personas continúan enviando a los damnificados del terremoto, casi una semana después de ocurrido, tienen la capacidad de arrancar una sonrisa en medio de la tragedia.
El martes 19 de abril de 2016, EL COMERCIO publicó la imagen de una niña colocándose un par de botas de cuero y tacón alto que encontró entre los paquetes de ropa que llegaron al Complejo Deportivo Tohalli de la ciudad de Manta. Y hoy 22 de abril, Fabián Romero, habitante de esa localidad, nos hace llegar el desenlace de esta historia.
La niña, de aproximadamente 12 años, se abrió paso entre las bolsas al ver los tacones y se los colocó con inmensa alegría, a pocos metros encontró un sombrero y convirtió el piso de madera del coliseo en una pequeña pasarela.
Una niña en Manta usó prendas donadas y posó con ellas. Foto: Cortesía
De todos modos, a pesar del destino feliz de esa donación, es importante que quienes se sumen a este esfuerzo colectivo tengan presente la utilidad de los artículos que envían. Así, los esfuerzos se convierten en esperanza.