La heroína de los videojuegos vuelve más fuerte y humana en la piel de la ganadora del Oscar Alicia Vikander. Foto: Outnow.ch.
Cuando Angelina Jolie exploraba las ruinas de civilizaciones perdidas en busca de antiguos tesoros y superaba -casi sin despeinarse- algunos mortales obstáculos y enemigos en ‘Lara Croft: Tomb Raider’ (2001), Alicia Vikander preparaba su debut como actriz, en la película ‘Min Balsemerade mor’ (2002).
La brecha generacional que existe entre estas dos intérpretes se cierra con el estreno de ‘Tomb Raider’, el reinicio de una saga en la que Vikander, con 29 años, le toma la posta a Jolie, de 42, para revivir a esta icónica heroína nacida en las consolas de videojuegos.
La cinta va más allá de una simple actualización de eventos o retoques estéticos. El director noruego Roar Uthaug es el encargado de dirigir la reconstrucción de un personaje, que se adapte a las preferencias de un nuevo público, que empieza a ver a la figura del héroe y a las protagonistas femeninas con otra mirada: más humana y realista.
Basada en el videojuego del 2013, ‘Tomb Raider’ revela el origen de Lara Croft, una joven que lucha por ganarse la vida como mensajera en bicicleta, en Londres, negándose a recibir la millonaria herencia de su padre, desaparecido en una expedición.
El descubrimiento de un secreto la llevará a una isla misteriosa tras el rastro de su padre, en una aventura al estilo Indiana Jones.
Aunque el nivel de entretenimiento se mantiene en un nivel más bien templado y Walton Goggins queda desperdiciado como villano, el director renuncia a la estética de videojuego, evitando abusar de la cámara en primera persona, para darle protagonismo a Vikander y a una nueva Lara Croft, aguerrida y dispuesta a sufrir, sangrar y despeinarse como parte de su transformación en la heroína del nuevo milenio.
Video: YouTube, cuenta: Warner Bros. Pictures