El corte y el porcentaje de grasa de la carne puede ser la diferencia entre una hamburguesa perfecta y no común y corriente al momento de cocinar en casa. Foto: Pixabay
Mezclar carne de res con carne de cerdo. Agregar sabor con queso azul o gorgonzola. Quitar la lechuga y optar por baby espinaca o rúcula. No resulta fácil decidirse al momento de preparar una hamburguesa perfecta en casa. Por eso los chefs especializados apuestan siempre por lo simple.
Antes de sacar los ingredientes del refrigerador y prender la hornilla es básico conocer que- por regla- existen dos tipos de hamburguesa típicamente americana: la que se prepara en cafeterías (‘diners’) y las de tabernas o bares. La diferencia es observable, ya que la primera no tiene tanto volumen y la carne es, por decirlo, plana y crocante. En la segunda la carne destaca por su tamaño, es ‘gordita’, prominente y muy jugosa.
El recorrido para lograr una hamburguesa casera fenomenal empieza fuera de la cocina, en el supermercado, desde la compra de los ingredientes. La carne seleccionada debe tener una proporción de 20/80 entre grasa y carne. Esta medida es la ideal.
En cuanto al tipo George Motz, experto en el campo, mencionó- en entrevista con EL COMERCIO– que los cortes de paleta son los mejores para esta preparación. Otros que se usan y que quedan muy bien son los cortes de pecho, ‘round’ o ‘short rib’. Asimismo, es básico que la carne sea fresca, es decir, en lo posible no usar una que haya sido adquirida días atrás y congelada.
Los complementos del insumo estrella- lechuga, tomate, queso, pan- también tienen que ser frescos, y de la mejor calidad. La variedad depende de las preferencias de los comensales o del cocinero. En el caso del queso, se utiliza por lo general cheddar u holandés en láminas, pero sí se le quiere dar un toque ‘gourmet’ es viable probar con queso manchego, azul o provolone.
Ya en la cocina, es tiempo de alistar la carne. Michael Citarella, chef de Monarch Room de Nueva York, explicó (en un video de Business Insider) que para formar la hamburguesa es fundamental cuidar que no quede ni excesivamente gruesa, ni fina porque puede sobrecocinarse. En lo que se refiere a la sazón, basta una buena dosis de sal y pimienta. Es mejor si está fría y permaneció antes en el refrigerador, no en el congelador.
Al momento de cocinarla, exceptuando la parilla que típica de ambientes externos, hay dos opciones: una plancha o una sartén de hierro fundido. Como la carne viene con grasa incluida no es necesario emplear más que un chorrito de aceite y esparcirlo por toda la superficie. Cuando esta alcanza una temperatura óptima- se siente el calor que expide- es hora de ponerla al fuego.
El inmediato crepitar del ingrediente en contacto con el aceite caliente indica que todo va bien. Si se trata de una hamburguesa de cafetería, una vez colocada en la sartén o plancha se la debe aplastar con una espátula y dejar que se dore un minuto y medio por cada lado. En el otro tipo el tiempo de cocción por cada lado es de tres minutos.
El queso solo se coloca sobre la carne cuando está a punto de salir, del fuego, unos segundos antes de retirarla. Antes de apagar la hornilla, es recomendable poner a tostar el pan sobre la superficie por no más de un minuto para calentarlo y que quede crujiente. Listo este paso es tiempo del armado y finalmente la ansiada degustación.
Quedan pocos días para elegir a las mejores hamburguesas y pizzas de Quito.
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Hamburguesas:
Hamburguesas del Gato
Flavia Art Cuisine
Braza Viva
Verde y Carbón
Pickalas
Rusty
Que Buena Papa
La Burguesa
El Corral
El Carbonero (Poliburger)
Hamburguesas al Carbón
Kings Cross
Los Hot Dogs de la González Suárez
Zoko
Las Rollingas
Smoqe
Five Food
Hamburguesas del Sese
El Chacarero
Vaco y Vaca