El músico Gustavo Santaolalla, ganador de 2 Premios Óscar, se presentó en el Teatro Sucre el pasado 12 de diciembre del 2015. Foto: Galo Paguay/EL COMERCIO
Durante dos horas, Gustavo Santaolalla -ganador de dos premios Óscar en la categoría Mejor Banda Sonora-, demostró que su mutabilidad musical es infinita. Ayer, 12 de diciembre del 2015, el músico y compositor argentino compartió escenario con la Orquesta de Instrumentos Andinos.
El concierto que se realizó en el Teatro Sucre -el cuarto que brinda en el país- tuvo tres momentos. En el primero Santaolalla hizo, en solitario, un recorrido sonoro por su carrera musical que incluye su paso por bandas como Arco Iris, Soluna y Bajofondo.
Antes de interpretar su primera canción, Santaolalla agradeció la presencia del público que llenó el Teatro. Recordó que desde pequeño le interesó el tema de la identidad. “Me agradan los artistas que siempre expresan en lo que hacen quiénes son y de dónde vienen”.
Acompañado de una guitarra, Santaolalla interpretó ‘Samba’, una canción que compuso cuando era parte de la banda Arco Iris. Con una calidad vocal intacta, el creador de banda sonoras históricas de películas como ‘Amores perros’, ‘Babel’, ‘Biutiful’ o la reciente ‘Relatos Salvajes’ continuó con un repertorio que incluyó canciones como ‘Río de las penas’ que tocó en varias ocasiones en su carrera junto a Mercedes Sosa.
El clímax de la presentación llegó cuando Santaolalla tomó su ronroco, un charango grave, para interpretar canciones como ‘Por la vuelta’ y ‘Vecinos’. Interpretaciones que con sonidos similares a las canciones que forman parte de sus famosas bandas sonoras.
La segunda parte del concierto fue para la Orquesta de Instrumentos Andinos, una agrupación que este año celebra 25 años de creación. Los sonidos de tambores, quenas y guitarras interpretados por un elenco de 38 músicos dirigidos por el Maestro Wilson Haro se llevaron el reconocimiento de los asistentes.
En un momento emotivo, Haro subrayó que una de las cosas que une a la gente de la región es la majestuosa Cordillera de los Andes. “Esos instrumentos que vienen de las maderas, las cañas, los troncos, las pieles y los cueros cuando son confrontados por el hombre se convierten en el espíritu de las montañas”.
En la parte final del concierto, Santaolalla compartió escenario con la Orquesta de Instrumentos Andinos. Un momento que estuvo acompañado de la euforia del público que acompaño las interpretaciones con potentes aplausos acompasados a los sonidos del ronroco, el instrumento con el cuál Santaolalla irrumpió en la escena musical de Los Ángeles.