Inicios de Festival de Artes al Aire Libre Plaza Colon, sección de escultura. En la gráfica Miguel Ángel Mera trabaja barro. Fotos: Enrique Pesantes/El Comercio.
La Plaza Colón es un gran taller de arte al aire libre. En cubículos enrejados, junto al cerro Santa Ana, 35 artistas comenzaron a trabajar en las obras con las que participan en la categoría escultura dentro del Festival de Artes al Aire Libre (FAAL), por las fiestas de independencia de Guayaquil.
Cuando Mario Andrés Mera extiende la mano para saludar deja un ligero rastro de barro húmedo. La mañana de este sábado 3 de octubre, cuando comenzó la competencia, daba unos retoques al cuerpo de un pequeño perro, sin cabeza.
“Es una representación de cómo los humanos tienen instintos animales. En lugar de cabeza irá un molde de mi mano representando una cabeza de perro. Este será el instinto humano de los animales”.
Este es el segundo año que participa. Y aunque no ha estudiado a fondo artes -sigue la carrera de Ingeniería Química-, cree que el don es una herencia familiar. Y no miente. En este año, en el FAAL de escultura también participan tres de sus hermanos.
Leonor Mera es la mayor. Ella siguió los pasos de su madre y se convirtió en maestra de corte y confección. Para aterrizar su oficio al arte, usó una instalación con pedazos de maniquíes y papel.
“Usaré papel higiénico para hacer una explicación sobre el matrimonio. Quiero representar lo que son los matrimonios hoy, demasiado pomposos y que terminan muy rápido. El matrimonio debe estar basado en la familia, asentado en cimientos fuertes y no en papel”.
Juan San Cruz trabaja en un escultura de piedra.
El sonido de sopletes y sierras eléctricas opaca su explicación. Las herramientas y elementos más diversos la rodean.
Xavier Franco optó por rescatar objetos abandonados y desperdicios para darles una segunda vida en su obra. “Por lo general las cosas ya tienen color y forma. En lugar de moldearlos puedo sentarme a observarlos y buscar qué puede hacer con ellos”. Más piezas se unen para dar forma a este gran rompecabezas con el que espera representar un espejo de la sociedad actual.
12 días es el plazo para finalizar los trabajos. Pero Juan Santa Cruz no perdió el tiempo y empezó a tallar un gran pedazo de roca, justo frente a la iglesia de Santo Domingo de Guzmán. Una nube de polvo lo envuelve a él y a quienes trabajan en el área de escultura en piedra.
Juan Francisco Vera, en cambio, quiere rescatar la arquitectura guayaquileña de antes de 1940. Este arquitecto de 40 años se inscribió hace pocos meses en el Instituto Superior Tecnológico de Artes del Ecuador (ITAE). Y decidió participar en FAAL por primera vez.
Caña guadúa, madera de chanul, mangle y cemento son parte de su propuesta de ensamblaje. “Es un rescate de estos materiales en una escultura volumétrica”.
El FAAL es organizado por la Municipalidad de Guayaquil y el Museo Municipal. Esta décimo sexta edición reúne a 369 artistas, de 11 disciplinas artísticas, en distintos espacios públicos de Guayaquil. Será hasta el 12 de octubre.