El domingo 25 de diciembre el cantante y compositor británico murió a los 53 años en su residencia de Goring-on-Thames. Foto: AFP
La vida de George Michael siempre estuvo marcada por altibajos. Incluso al comienzo de su carrera con el dúo Wham! en los años 80, cuando todo parecía perfecto, circulaban en torno a él los rumores sobre una homosexualidad que ocultaba tras la perfecta fachada de conquistador de mujeres que era su imagen pública. Lo acompañaban así éxitos musicales por una parte y escándalos privados y problemas de salud por la otra.
El domingo 25 de diciembre el cantante y compositor británico murió a los 53 años en su residencia de Goring-on-Thames, a las afueras de Londres, mientras el mundo celebraba la Navidad, festividades que inspiraron uno de sus grandes hits, Last Christmas. La causa de la muerte se desconoce, aunque su agente subrayó que se fue “en paz” mientras dormía, y su representante Michael Lippman habló de un fallo cardíaco.
Una neumonía estuvo a punto de costarle la vida en 2011 en Viena al cantante, que se hizo famoso en todo el mundo con hits como Wake me up, before you go go, Careless Whisper, Faith o Freedom y que vendió más de 100 millones de discos en casi 40 años de carrera. Pero se recuperó e incluso cantó su experiencia en el tema White Light y participó, entre otros eventos, en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
En el 2013 el estado de salud del artista volvió a ser objeto de preocupación cuando cayó de un auto en marcha en una autopista. Algunos testigos dijeron que él mismo abrió la puerta del vehículo, pero hasta hoy se desconocen los detalles del accidente.
En otras ocasiones, Michael fue sorprendido al volante bajo los efectos de las drogas. Debido a ello le fue retirado el permiso de conducir, tuvo que cumplir trabajos comunitarios y en 2010 incluso pasó ocho semanas en prisión. El cantante consideró justa la condena, sintió que había pagado su “deuda con el karma” y prometió volver a empezar desde cero. Durante un tiempo pareció que todo se encauzaba.
Uno de los episodios más escandalosos sucedió en 1998, cuando la Policía en Estados Unidos lo detuvo por “comportamiento indecente” hacia un agente en un baño público, en un lugar frecuentado por homosexuales en Beverly Hills. Fue condenado a una multa y a 80 horas de trabajo comunitario. Se resarció con su provocativa canción Outside, en la que aparecen besándose con parejas hetero y homosexuales y que desató un escándalo en su momento.
Después de aquello, hizo pública su homosexualidad, un año después de la muerte de su madre. Más tarde explicaría que no había querido hablar de eso mientras ella viviera. Estimulado por su ‘coming out’ a fines de los años 1990, el cantante británico terminó comprometiéndose públicamente en la defensa de los derechos de los gais.
Como solista, cosechó éxitos en los noventa y a principios de los años 2000, haciendo de la música un provocativo medio de expresión, en la que revelaba sus principios, pero también su posición política.
En el 2004 lanzó Shoot The Dog, una canción contra la guerra de Iraq. Antes ya había expresado su malestar por verse obligado a financiar, con el pago de impuestos, alianzas militares entre Reino Unido y EE.UU., durante la presidencia de Margaret Thatcher.
George Michael siempre vivió entre extremos, pero eso no afectó a las simpatías que despertaba. Cerca de su casa, al norte de Londres, se formó una auténtica comunidad de amigos famosos, entre ellos la modelo Kate Moss o la ex Spice Girl Geri Halliweell.
Fue uno de los grandes en el mundo de la música pop y sus canciones marcaron a generaciones. Artistas como Elton John y Madonna le rindieron tributo por su calidad humana y artística.
Cientos de seguidores se sumaron a las condolencias con mensajes, flores y velas depositadas frente a su casa, en el norte de Londres.