Foto referencial. Entre los síntomas más comunes en perros están la secreción nasal y la tos. Esto debe ser evaluado por un veterinario. Foto: Reepik.es
Las mascotas, al igual que las personas, pueden sufrir contracturas y dolores en su cuerpo por situaciones que les generan preocupación. Los masajes utilizados en la fisioterapia, la aromaterapia y la música son algunas de las técnicas que los propietarios pueden aplicar para ayudar a disminuir los niveles de estrés en los animales.
Los truenos, la pirotecnia o cualquier tipo de sonido muy fuerte pueden alterar el estado de ánimo de los perros. Al tener los sentidos -como el olfato y el oído- más desarrollados, son sensibles a estos estímulos. En estos casos, es importante observar el lenguaje corporal del animal, que es lo único que puede evidenciar si siente dolor o alguna molestia.
Dayana Bodero, veterinaria especializada en fisiatría, explica que, si la tensión es leve, se pueden aplicar técnicas de relajación. Los masajes terapéuticos ayudarán a la mascota si se aplican de forma correcta. Si un masaje no se da adecuadamente, provocará otra contractura y más dolor.
El principal error, dice Bodero, es que el propietario ponga su tensión en el cuello y las manos, ya que será doloroso para el paciente. Los especialistas ya saben cómo determinar los puntos de dolor al palpar al animal, por lo que es preferible que sean ellos los que se encarguen del proceso. La idea es estimular las zonas bloqueadas dice la especialista.
Para complementar los masajes, se puede optar por colocar música y aromas en el ambiente. La especialista sugiere que, si el perro es muy nervioso, se ponga lavanda en el ambiente.
En el caso de que sea ansioso, lo ideal es optar por sándalo o manzana con canela. Si la mascota no quiere comer, no se levanta, tiembla, jadea y llora es importante acudir primero a un veterinario, que derive el caso a un especialista. Estos síntomas podrían indicar un problema más grave.
Bodero, quien se dedica desde hace más de nueve años a la fisiatría, explica que este campo se aplica para el tratamiento de una variedad de enfermedades. Este va de la mano con la neurología y la traumatología.
Los objetivos de estos tratamientos incluyen mejorar la calidad de vida de los pacientes, disminuir los dolores, retrasar el avance de enfermedades catastróficas y, en otros casos, devolver la funcionalidad de sus extremidades.
En el país, los casos más comunes son los relacionados a hernias discales, discoespondilosis, displasias de cadera, rotura de ligamentos y artrosis en codo. Para cada patología se utiliza una técnica distinta.
Entre las más utilizadas están el láser, magnetos, electroestimulación para sistema nervioso o para sistema muscular, ultrasonido y fototerapia. Esta última es la más recomendada para la cicatrización.
También se aplican acupuntura, moxibustión y tapping, que ayuda a disminuir el dolor. En las primeras sesiones no se utilizan equipos con vibración y no se administran dosis altas.
La fisioterapia se puede aplicar antes o después de una operación y, en algunos casos, al administrarla se puede retrasar la necesidad de una intervención quirúrgica. Todo dependerá de la evaluación del veterinario.