Diana Ríos Rengifo (c) es aplaudida en Nueva York el 17 de noviembre de 2014, durante un acto en el que la joven de 21 años recogió un premio en el nombre de cuatro indígenas peruanos que murieron defendiendo sus bosques en septiembre de ese año. Foto: Agencia EFE
La fundación estadounidense Rainforest denunció este martes 26 de septiembre de 2017 que la Fiscalía de Perú no completó hasta ahora la investigación por el asesinato a cargo de madereros ilegales de cuatro indígenas de la comunidad nativa Alto Tamaya Saweto, entre ellos el activista Edwin Chota, ocurrido hace más de tres años.
Rainforest advirtió en un comunicado que la investigación puede quedar archivada si el fiscal Julio Reátegui, titular de la Fiscalía Provincial Especializada contra la Criminalidad Organizada de la amazónica región de Ucayali, no logra evidencias contra los catorce implicados en el crimen en los próximos cuatro días.
El fiscal ordenó este lunes la comparecencia forzada de tres de los testigos para tomarles declaración en un último intento por poder presentar una acusación suficientemente sustentada ante el Poder Judicial.
El plazo de la investigación concluye el 30 de septiembre, sin posibilidad de que se prorrogue nuevamente tras haberse cumplido los 36 meses que la legislación otorga, como plazo máximo, para que los fiscales resuelvan casos complejos.
La fundación estadounidense, que brinda apoyo legal a los familiares de las víctimas, lamentó que el fiscal argumente que no cuenta con los recursos suficientes para obtener evidencias necesarias, a pesar de existir “testigos, evidencias e informes de las diligencias practicadas por la Policía”.
También criticó que la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) haya incumplido las promesas que hizo a las viudas de los asesinados, como las de realizar coordinaciones entre la Fiscalía y el Poder Judicial para aclarar los hechos, sancionar a los responsables y asegurar la justicia para Saweto.
Rainforest añadió que el Ejecutivo peruano tampoco cumplió con la recomendación de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) de agotar los mecanismos necesarios para “determinar las responsabilidades y sancionar a los culpables de los asesinatos”.
El asesinato de Chota y de sus compañeros Jorge Ríos, Leoncio Quinticima y Francisco Pinedo, todos ellos de etnia ashéninka, ocurrió el 1 de septiembre de 2014, cuando fueron acribillados por un grupo de madereros ilegales a los que habían denunciado por ingresar a talar en su territorio.
Durante los tres años de investigación, uno de los presuntos asesinos estuvo año y medio en prisión preventiva, pero salió en libertad condicional tras excederse el plazo para estar recluido sin sentencia firme.
La comunidad nativa Alto Tamaya Saweto se encuentra en la cuenca alta del río Tamaya, dentro de la región selvática de Ucayali, y abarca alrededor de 80 000 hectáreas de bosque amazónico.
Se trata de una de las zonas más aisladas y remotas de la Amazonía peruana, a un día de travesía fluvial en deslizador o dos días en bote de Pucallpa, capital de la región Ucayali, ubicada a su vez a 840 kilómetros al este de Lima.