Felipe VI: El español es un 'activo económico de primer orden'

El Rey de España elogió hoy (17 de octubre del 2015) el "consenso" y el "respeto a la diversidad" con que la Real Academia Española y las academias de América y Filipinas garantizan la unidad del español y animó a emplear las nuevas tecnologías para aprovechar la importancia de este idioma como "activo económico de primer orden".

Acompañado por doña Letizia, don Felipe presidió en la Real Academia Española (RAE) una solemne ceremonia que conmemoró el tercer centenario de esta institución y en la que se presentó la 23 edición del Diccionario de la Lengua ante casi 900 invitados, entre ellos autoridades del Gobierno, el Parlamento y el poder judicial, así como embajadores de los demás países hispanohablantes.

Durante la ceremonia, el director de la RAE, José Manuel Blecua, entregó a los monarcas un facsímil del primer tomo del Diccionario de Autoridades, publicado originalmente en 1726, un catálogo institucional del tricentenario de la RAE y el primer ejemplar de la nueva edición del diccionario, en cumplimiento de la tradición por la que los académicos presentan siempre sus trabajos al rey de España.

En su discurso, Felipe VI agradeció como "un honor muy especial" este obsequio, reafirmó el "firme compromiso de apoyo" de la Corona a la labor de la RAE y homenajeó el "impulso decisivo" que su padre, don Juan Carlos, dio durante su reinado a esta institución y a la "política lingüística panhispánica", que "tantos frutos está dando a la lengua española".

También recordó que celebrar la fundación de la RAE supone conmemorar una "iniciativa histórica" en la que "la Academia y la Monarquía supieron andar al unísono" y destacó que el calificativo de "Española" cobra su "sentido pleno" porque, al servir a la lengua, contribuye "al engrandecimiento del prestigio de la Nación y a su reconocimiento internacional".

Tras subrayar que la Academia afronta los retos de "un tiempo nuevo" en el que el español se ha convertido ya en "la segunda lengua de comunicación" y "en un activo económico de primer orden", advirtió: "Las posibilidades, hasta ahora insospechadas, que ofrecen las nuevas tecnologías deben ser aprovechadas para cumplir de la mejor manera la vocación académica de servicio a la sociedad".

A continuación, manifestó su voluntad y la de la Reina de "continuar estimulando este trabajo académico" sustentado en la acción común de la RAE y "sus academias hermanas de América y Filipinas", que, "sobre la base del consenso y del respeto a la diversidad, constituye la garantía del mantenimiento de la unidad de la lengua española".

En este contexto, agradeció el "gesto renovado de unidad" que constituye la presencia en esta ceremonia de los responsables de las distintas academias de la lengua española de todos los países hispanohablantes y Filipinas, cuya creación fue promovida con el deseo de "conservar y acrecentar la lengua común" y de "restablecer los vínculos históricos y culturales" entre estas naciones.

El objetivo fundacional de la RAE se amplió así a "la defensa de la unidad de un idioma, el español, que hoy comparten casi 500 millones de personas en todo el mundo y que se ha hecho realmente universal", reflexionó Felipe VI, quien recordó además que el Diccionario de la Academia siempre ha estado "al servicio del pueblo" y ha sido "depositario de la voz de su gente".

En el caso de la actual 23 edición, precisó que el resultado es "un diccionario de gran solidez, amparado además en aquello que más conveniente le resulta a las lenguas: el acuerdo entre sus habitantes o, si lo prefieren, el consenso entre ellos".

Don Felipe quiso resaltar igualmente "la elegancia" con la que se ha elaborado este diccionario y "su nuevo diseño, que es paralelo a la vanguardia tecnológica con la que se ha desarrollado y que asegura en el futuro su mejor forma de consulta en soporte magnético".

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