La escalada deportiva o recreacional se oferta como una opción ideal en el fin de la época vacacional. Foto: Archivo/ EL COMERCIO
A pocos días de finalizar la temporada vacacional, la escalada deportiva o recreacional se oferta como una opción ideal para realizar una última aventura antes de ingresar a clases. Pero esta actividad exige algunas normas básicas para evitar posibles incidentes.
“Mientras puedan sostenerse y trepar, todas las personas de cualquier edad pueden practicar este deporte de una forma recreativa”, cuenta Jairo Toledo, instructor de escalada de la Concentración Deportiva de Pichincha.
Hay niños que pueden empezar con esta práctica desde los tres años, afirma Toledo, y entrenar el tiempo que crean necesario. “A quienes nunca han practicado esta actividad les enseñamos primero los tipos de estructuras a los que pueden subir y las maniobras básicas”, dice el instructor como parte de las primeras recomendaciones.
Lo ideal, según los expertos, es acudir a los sitios donde cuentan con todas las seguridades y equipos necesarios como zapatos o gatos, polvo de magnesio, cuerdas y arnés. Uno de esos espacios es precisamente la Concentración Deportiva de Pichincha, en Quito, donde hay muros artificiales para todos los niveles y dificultades. Allí entrenan deportistas profesionales, se dan cursos permanentes y se prestan las instalaciones bajo la supervisión de los entrenadores.
A pocos días de finalizar la temporada vacacional, la escalada deportiva o recreacional se oferta como una opción ideal en destinos andinos del Ecuador. Foto: Archivo/ EL COMERCIO
Una vez en el lugar donde se va a practicar la escalada – y luego de acudir primordialmente a un guía o persona especializada– es fundamental el calentamiento y el conocimiento de los posibles riesgos. “Hay que enseñarles los movimientos que pueden hacer, cómo pueden desplazarse y las diferentes modalidades”, explica Toledo.
Algunas de las alternativas son la escalada de velocidad, que se realiza en rutas específicas; el boulder, que implica rutas de poca altura y sin cuerdas de apoyo y el top rope. Esta última es una de las más recomendadas para los principiantes porque implica rutas aseguradas o ancladas previamente por expertos con varios respaldos y apoyos de cuerdas, para evitar caídas.
Diego Recalde, presidente del Club Pichincha de Escalada y Andinismo, recomienda esta actividad a todos los que gusten de la aventura y principalmente a los más pequeños.
Los niños, afirma, son los que más acuden últimamente a esta disciplina e incluso la adoptan como forma de vida para futuras competencias. “A quienes no se recomienda esta actividad es a quienes no les gusta la altura porque es lo que se enfrenta todo el tiempo. Para los demás no hay problema. En la escalada se ponen todos los sentidos por eso es completo física y mentalmente”.
En el país hay algunos escenarios naturales para la práctica de esta actividad, siempre y cuando se acuda con personas especializadas y con los equipos necesarios. Algunos de estos lugares son:
-Cruz Loma (Quito, Rucu Pichincha)
– Las Canteras (Quito, Pichincha)
– Sigsipamba (Quito, Pichincha)
– Santa Clara Alta y Baja (Mejía, Pichincha)
– La Rinconada (Ibarra, Imbabura)
– La Chorrera de San Juan (Chimborazo)
– Cojitambo (Azogues, Cañar)
– Paute (Cuenca, Azuay)
– Cuyuja (Quijos, Napo)