La enfermedad, ¿signo de estatus prehispánico?

El síndrome de morquio, desarrollo anormal de huesos y de la columna (arriba), y raquitismo en adulto son algunas afecciones representadas en las piezas arqueológicas.

El síndrome de morquio, desarrollo anormal de huesos y de la columna (arriba), y raquitismo en adulto son algunas afecciones representadas en las piezas arqueológicas.

El síndrome de morquio, desarrollo anormal de huesos y de la columna (arriba), y raquitismo en adulto son algunas afecciones representadas en las piezas arqueológicas. Foto: Enrique Pesantes / El Comercio

El rostro de una figurina parece resumir dos anomalías congénitas y una enfermedad infecciosa en una misma cerámica: paladar hendido, labio leporino y probablemente también verruga peruana (enfermedad de Carrión). La boca y la fosa nasal están hundidas, mientras que la piel de la cara está cubierta de protuberancias y huecos diminutos.

La figurina corresponde a la cultura Bahía. Si la interpretación de la pieza es correcta, enfermedades y afectaciones congénitas fueron documentadas por los antiguos pobladores de la Costa ecuatoriana 600 años antes de Cristo.

La estatuilla es una de las 10 piezas precolombinas seleccionadas del fondo arqueológico del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC) de Guayaquil, que evidencian probables afecciones congénitas y enfermedades genéticas o infecciosas. La exhibición arqueológica temporal se encuentra abierta en el Domo o Centro de Interpretación, en el recibidor del MAAC.

La pieza Bahía tiene un colmillo de jaguar en el pecho y un casco que remata en una cabeza de serpiente, como un chamán que está masticando coca en un coquero. “Todo nos dice que era un chamán, una autoridad espiritual de la comunidad, lo que nos habla de que en vez de discriminación la enfermedad o un mal congénito pudo ser un signo de estatus”, indicó Cristian Levi, mediador cultural del MAAC y quien realizó la selección de las piezas.

En el marco de la exhibición, Levi ofrecerá la charla ‘Las enfermedades como símbolo de estatus de las antiguas culturas de la Costa pacífica’, los viernes 26 de abril y 10 de mayo. Mario Sánchez y Daniel Mezones, técnicos curadores de arqueología, hablarán sobre modelado en la primera cita.

Las máscaras y estatuillas corresponden también a la cultura Guangala, que habitó territorios de la zona litoral del antiguo Ecuador, y piezas de la Cultura Tolita-Tumaco, que se difuminó por la región costera de Colombia y Ecuador.

Entre las piezas se destaca la figura de un anciano desnutrido, con las costillas visibles en la espalda, con aparente raquitismo (o una afectación de los huesos) y unas suerte de tablillas sujetas con lianas en las piernas. También está ataviado “como un gran señor” con casco, orejeras, extensores, narigueras y pulseras.

La pieza fue estudiada en el libro ‘La prehistoria ecuatoriana y su relación con la medicina moderna’ (Editorial Universidad de Guayaquil, 1990), del médico Gustavo Cáceres Castro. Él apuntó también la hipótesis de la representación del cadáver disecado de una persona que murió raquítica.

Las cerámicas exhibidas reflejan posible enanismo, parálisis facial, sirenoelia (síndrome de sirena), displasia frontal (anomalías de los ojos, la frente y la nariz), prognatismo (exceso de mandíbula) y síndrome de morquio (desarrollo anormal de huesos y de la columna vertebral).

Suplementos digitales