La emotiva reunión de un soldado con la perrita que rescató en Siria

Cuando Laidlaw  levantó uno de los escombros, apareció una pequeña perrita Según comentó al tabloide británico DailyMail, su primera reacción fue tratar de acariciarlo. Foto: Captura de pantalla.

Cuando Laidlaw levantó uno de los escombros, apareció una pequeña perrita Según comentó al tabloide británico DailyMail, su primera reacción fue tratar de acariciarlo. Foto: Captura de pantalla.

El vínculo entre Laidlaw, un soldado británico especialista en bombas, y la pequeña perrita nació en febrero del 2018. Foto: Captura de pantalla.

Sean Laidlaw y Barrie, una pequeña perra mestiza, caminaron por cinco países, sobrevivieron en dos zonas de guerra, recorrieron más de 3 000 kilómetros y un viaje de 12 horas para, finalmente, volver a reunirse . El hombre esperó más de ocho meses para abrazar a Barrie, que según él, le "salvó la vida" cuando batallaba en Siria.

Cuando Laidlaw llegó al aeropuerto de Charles de Gaulle, en Francia, para recibir a la perra el pasado sábado 3 de noviembre del 2018, Barrie era tres veces más grande que cuando la rescató. Al reconocer a Laidlaw, la perrita saltó rápidamente a los brazos de su nuevo dueño.

El vínculo entre Laidlaw, un soldado británico especialista en bombas, y la pequeña perrita nació en febrero del 2018.

Él caminaba por una zona destruida en Al Raqa, una ciudad ubicada en el norte de Siria. En medio de los escombros del lugar, el hombre escuchó un llanto a lo lejos. Los sonidos venían de una pila de residuos de un edificio escolar que funcionaba antes de que estalle una bomba.

Cuando levantó uno de los escombros, apareció un pequeño can. Según comentó al tabloide británico DailyMail, su primera reacción fue tratar de acariciarla. Pero era imposible.

La perra se encontraba en un estado de 'shock' muy fuerte y no podía reaccionar. Al verla, el soldado le llevó comida y agua, además seccionó el área para que se convirtiera en una zona segura.

Barrie no comió ni bebió nada hasta después de tres días. El hombre, de 30 años, logró que el can descansara en su regazo; generó confianza y, pronto, se dio cuenta de que se trataba de una perrita. No se separaron durante los siguientes tres meses.

Cuando Laidlaw levantó uno de los escombros, apareció una pequeña perrita Según comentó al tabloide británico DailyMail, su primera reacción fue tratar de acariciarlo. Foto: Captura de pantalla.

En diálogo con DailyMail, Laidlaw recordó la fuerza que Barrie le dio para continuar con su servicio. "Trabajar en una zona de guerra y llegar al campo, sentarte y verte solo, de verdad era duro. Tener una compañera con la cual podía entrenar, sacarla a caminar durante tres horas que estaba todo el tiempo conmigo, alejó de mi mente todas las cosas que veía en Siria", comentó.

En mayo del 2018, Laidlaw culminó su tiempo en Siria y sus superiores le notificaron que no iba a regresar al país. Su primer pensamiento, dice, fue el futuro de su perrita. "Creo que era la única persona que no se sentía feliz de regresar. Estaba en el aeropuerto con mi papá cuando recibí el mensaje. No puedo describir cómo me sentía", dijo.

El soldado contactó a la oenegé WarPaws para que lo ayuden a transportar a Barrie. Esta organización se especializa en llevar a nuevos hogares a perros rescatados de zonas de guerra. Además, creó una campaña a través del portal GoFundMe para reunir más de USD 4 500 que eran necesarios para lograr el traslado. Eso solo fue el principio.

En abril, WarPaws llevó a Barrie hacia Irak donde la vacunaron y le realizaron un chequeo rutinario para verificar su estado de salud.

Desde agosto, Barrie permaneció durante dos meses en un periodo de cuarentena hasta que en octubre, personal de la oenegé la trasladó hacia Jordania donde estaba previsto que Laidlaw la recoja con el dinero que reunió.

Sin embargo, el dueño de la oenegé, Luois Hastie, quien también viajaba hacia Jordania a trasladar a otros canes hacia París, se ofreció a a Barrie a París sin ningún costo.

Al saber que Hastie llevaría a Barrie más cerca de su nuevo hogar lo invadió la emoción. El excombatiente se despertó a las 06:00 y emprendió un viaje desde Essex, el condado británico en el que reside, hacia París. Ante la vista de decenas de viajeros, Barrie llegó y Laidlaw la recibió junto con su familia.

Ahora, Sean y Barrie comenzarán una nueva vida en el Reino Unido. "Siento que quizá podría parecer que yo salvé la vida de Barrie, pero yo siento que, en realidad, ella salvó la mía. Es un tipo de amor que no conocía, es mi mejor amiga", concluye el soldado.

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