El entrenador de judo brasileño, Diego Neves da Silva, de 24 años, quien padece el coronavirus (covid-19) recibe ayuda de su amigo, Paulo Vitor da Silva, en su casa de Manaus, Brasil, el 31 de enero de 2021. Foto: Reuters
El ejercicio progresivo y la movilización temprana se encuentran entre los elementos de los programas de rehabilitación que pueden mejorar la recuperación de las personas que están hospitalizadas con covid-19 grave, según una nueva investigación publicada en la revista ‘Physiotherapy’.
Un equipo de la Universidad de Exeter, en Reino Unido, dirigió una revisión de toda la evidencia disponible sobre si la rehabilitación benefició a los pacientes que ingresaron en cuidados intensivos o críticos con enfermedades respiratorias, ya que la información sobre las personas con covid-19 no estaba disponible cuando comenzó la investigación.
El estudio, respaldado por la Colaboración de Investigación Aplicada del Instituto Nacional de Investigación en Salud (NIHR) South West Peninsula, encontró que el ejercicio progresivo y hacer que las personas se muevan temprano pueden ayudar a las personas a recuperarse de una enfermedad respiratoria grave, y esos hallazgos podrían aplicarse al cuidado de covid-19. También encontraron que los programas de rehabilitación con varios componentes diferentes podrían ser beneficiosos.
La directora del estudio, Vicki Goodwin MBE, profesora asociada de envejecimiento y rehabilitación en la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter, recuerda que “el covid-19 puede tener un impacto devastador en la vida de las personas, mucho después de que abandonan el hospital. Necesitamos urgentemente encontrar las mejores formas de ayudar a las personas a recuperar su salud, tanto en el hospital como cuando regresan a casa –añade–. Nuestra investigación encontró que lograr que las personas se muden temprano es un componente clave que puede ayudar a dar forma a los programas de rehabilitación, para que las personas se recuperen lo más rápido posible”.
El camino a la recuperación del covid-19
Rufino, un paciente que se recuperó del coronavirus (covid-19), hace un gesto junto a su hijo cuando sale del Hospital Juárez para ir a su casa en la Ciudad de México, el pasado 27 de julio de 2020. Foto: Reuters
El entrenador de judo brasileño, Diego Neves da Silva, de 24 años, quien padece de coronavirus (covid-19) recibe ayuda de su amigo, Paulo Vitor da Silva, en su casa de Manaus, Brasil, el 31 de enero de 2021. Foto: Reuters
Osmar Magalhaes, de 68 años, que padece de covid-19, es ayudado por su hija Karoline Magalhaes en su casa, donde instaló su propia sala de emergencias con tanques de aire por falta de oxígeno en el sistema de salud pública en Manaus, Brasil, el 20 de enero de 2021. Foto: Reuters
La estudiante belga Lili Deneve, que se recuperó del coronavirus (covid-19), dona plasma en el centro de recolección de sangre de la Cruz Roja Belga en Bruselas, Bélgica, el 27 de octubre de 2020. Foto: Reuters
Yannis Ieremias, de 70 años, sostiene una pelota de ejercicios durante una sesión con la fisioterapeuta Georgia Bahou en el Centro de Rehabilitación Theseus en Atenas, Grecia, el 1 de febrero de 2021. Ieremias debe someterse a terapia para recuperarse de los problemas de movilidad provocados por su prolongada hospitalización por covid-19. Foto: Reuters
Osmar Magalhaes, de 68 años, que padece de covid-19, se somete a una fisioterapia en su domicilio el 20 de enero de 2021. Foto: Reuters
La trabajadora de comestibles Jackie Mayoral, de 55 años, (c), que sobrevivió a covid-19, hace una pausa de silencio, el el Día de los Muertos, frente a un altar en honor a trabajadores sindicales esenciales que han muerto a causa del coronavirus, en Los Ángeles, California, EE.UU., el 26 de octubre de 2020. Foto: Reuters
El enfermero Jorge Catarino, de 35 años, realiza ejercicio aeróbico el pasado 30 de noviembre de 2020 como parte de su terapia de recuperación tras sufrir covid-19 y estar intubado durante dos semanas, en el Centro de Medicina Física y Rehabilitación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Ciudad de México. Foto: Reuters
La revisión sistemática rápida incluyó 24 revisiones sistemáticas, 11 ensayos controlados aleatorios y ocho estudios cualitativos, que entrevistaron a los pacientes sobre su rehabilitación, para explorar sus puntos de vista y experiencia. A partir de estas entrevistas, el equipo descubrió que la rehabilitación puede dar esperanza y confianza a los pacientes, aunque los enfoques deben adaptarse al individuo.
Se descubrió que un programa de rehabilitación después del alta hospitalaria de cuidados intensivos dio a las personas un impulso y una perspectiva diferente para el futuro. Un paciente dijo: “Me siento lleno de vida. No puedo esperar al mañana. Antes era solo día tras día, pero ahora estoy deseando que llegue mañana”.
En otro estudio, el reconocimiento de establecer metas para lograr pequeños pasos es una parte importante de la recuperación. Un paciente informó: “Bueno, me sorprendió lo poco que podía hacer, pero ahora, es al revés, estoy realmente sorprendido de lo mucho que puedo y estoy haciendo. Es realmente bueno”.
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