Durante 12 días, el público de Quito, Guayaquil y Cotacachi disfrutó de 138 películas documentales, que ofrecen un amplio panorama sobre la memoria, la historia y el mundo contemporáneo desde la visión cinematográfica de realizadores nacionales e internacionales. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Con la sala completamente llena se realizó la función de clausura de la edición 2018 del Festival Internacional de Cine Documental Edoc, la noche del sábado 19 de mayo, en la Cinemateca de la Casa de la Cultura.
Durante 12 días, el público de Quito, Guayaquil y Cotacachi disfrutó de 138 películas documentales, que ofrecen un amplio panorama sobre la memoria, la historia y el mundo contemporáneo desde la visión cinematográfica de realizadores nacionales e internacionales.
En la función de cierre se presentó ‘Fiestas centenarias del Ecuador’, un filme que registra las actividades de conmemoración del centenario de la batalla de Pichincha, filmado el 24 de mayo de 1922, durante la presidencia de José Luis Tamayo.
Este filme es parte de un proyecto de colaboración interinstitucional para su recuperación. Hace unos dos años, el agregado cultural de la Embajada de Ecuador en París, Jorge Luis Serrano, se puso en contacto con el Instituto Nacional del Audiovisual de Francia (INA), para solicitar un peritaje de un conjunto de bovinas de latón encontradas en las bodegas de la institución diplomática.
En un tono bastante ameno, Benjamin Léréna, jefe de proyectos del INA, explicó que para poder acceder al contenido de las latas que habían permanecido cerradas por muchos años y que se habían oxidado hizo falta la ayuda de un destornillador. En el interior se hallaron rollos de nitrato de celulosa, un material altamente inflamable y frágil, de color ocre y que con el tiempo había adquirido un olor a “gimnasio”.
El peritaje y el examen sobre el contenido del material, que sumaba 44 minutos de archivos fílmicos, fue el punto de partida para establecer un convenio para la recuperación del filme, así como para el fomento de acciones de formación y asesoramiento en el Ecuador. Léréna felicitó a Serrano por el descubrimiento y por “haber salvado a París de un gran incendio”.
Las cintas fueron enviadas al laboratorio del INA, donde se realizó un proceso de restauración y corrección antes de hacer copias digitales en 2K. Serrano estuvo a cargo del montaje de estos archivos documentales que se han proyectado en centros culturales de Francia y que se presentaron por primera vez en el Ecuador, como un filme mudo en blanco y negro de 25 minutos de duración.
Pero la proyección no fue silente sino que fue musicalizada en vivo por el pianista Tadeo Gangotena, quien interpretó una composición del maestro Daniel Mancero, creada especialmente para este filme.
En la oscuridad de la sala se escuchaban los comentarios y las voces de asombro cada vez que el público parecía reconocer locaciones como el antiguo Hospital Eugenio Espejo, la Cima de la Libertad, la Plaza Grande, La Catedral Primada, las laderas del Pichincha y sus escasos asentamientos o el Panecillo aún sin el monumento. En la película que conserva ciertos artefactos y ruido visual de la cinta original también se mostró la cotidianidad de una ciudad en pleno desarrollo, entre desfiles, presentaciones acrobáticas, actos protocolarios y bailes de gala.
Para Martha Tamayo de Larenas la emoción fue doble, no solo por la nostalgia que evocan aquellas imágenes sino porque es la primera vez que pudo ver en un registro audiovisual al entonces presidente José Luis Tamayo, primo hermano de su abuelo y uno de los familiares inscrito como protagonista de la historia política del Ecuador.
La Cinemateca de la Casa de la Cultura recibió una copia en 35 mm y un disco duro con una copia digital en HD de ‘Fiestas centenarias del Ecuador’, así como de ‘Los guambras’, otro filme de los años 60, recuperado en la embajada de Ecuador en París.