El 7% del país se autodefine como indígena

Pachakutik Macas, de la Organización de Kichwas Saraguros en Quito, analizó el tema. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

Pachakutik Macas, de la Organización de Kichwas Saraguros en Quito, analizó el tema. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

Pachakutik Macas, de la Organización de Kichwas Saraguros en Quito, analizó el tema. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

Según datos del Centro Caribeño y Latinoamericano de Demografía, un 62,2% de la población boliviana se autoidentifica como indígena. En Guatemala un 41%, en Perú un 24%, en México un 15%, mientras que en Ecuador solo es un 7%.

El temor al rechazo sería la razón principal que Pachakutik Macas, miembro activo de la Organización de Kichwas Saraguros en Quito, destaca para que, en Ecuador, la población indígena se identifique con una etnia diferente.

Hay varios elementos que influyen en el comportamiento e identidad cultural de los indígenas que buscan establecerse en zonas urbanas. Entre esos, medios de comunicación, moda occidental e Internet.

Ese conjunto de factores muchas veces modifica la manera de pensar y de concebir la comunidad, volviéndolos, en algunos casos, más individualistas y dejando atrás la esencia de su comunidad, es decir, armonía, unión y fraternidad, según Pachakutik Macas.

Es importante resaltar que no solo hay que estar en la ciudad para dejarse influir, ya que en las comunidades también la gente tiene acceso a los factores de cambio mencionados anteriormente.

Para Macas, la identidad es el conjunto de elementos que permiten diferenciarse y relacionarse con otras culturas. “A través de estos elementos sabemos que vivimos en sociedades diversas. Es importante tener la identidad definida y clara, con el fin de no convertirnos en una masa homogénea”, afirma.

Destaca además, que la migración de los jóvenes indígenas hacia las distintas ciudades es un hecho que viene en crecimiento. Esas decisiones se toman principalmente por temas educativos o laborales.

Macas afirma que, según cálculos de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), del total de la población indígena, al momento un 30% se encuentra establecida en zonas urbanas.

Resalta que eso se da porque en sus comunidades no existen universidades ni fuentes de trabajo suficientes donde puedan desarrollarse.

Una vez que los jóvenes empiezan su proceso de adaptación en el medio urbano, Macas señala que lo primero que hacen es buscar en la ciudad a sus conocidos indígenas, ya que enfrentarse solos a un medio diferente e individualista es complicado.

En el pensamiento de la comunidad, en este caso, de Kichwas Saraguros a la que Macas pertenece, el bienestar de un grupo es más importante que la individualidad, por ello la migración genera preocupación porque, según Macas, cuando un joven sale es como si se aislara.

Por esta razón, en las zonas urbanas existes grupos como la Organización de pueblo Kichwa Saraguro donde su elemento básico es la unión y reciprocidad. Macas cuenta que existen opiniones diversas frente a los resultados de la migración, debido al retorno o al no retorno a sus comunidades.

Por ejemplo, al momento de volver se puede notar en el migrante comportamientos o ideas diferentes a las que la comunidad posee. Él afirma que esto genera ciertas divergencias porque las desigualdades sociales se visibilizan entre compañeros. El objetivo es lograr que las comunidades no se fragmenten y exista una armonía de vida. “Es positivo conocer otras culturas e interactuar, pero no es bueno perderse en ellas, ni salirse de la identidad propia”, concluye.

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