En la desembocadura del río Amazonas es común ver aguas llenas de sedimentos y nutrientes orgánicos de la selva. Foto Referencial: Pixabay
Un grupo de científicos ha descubierto un arrecife de coral camuflado bajo las aguas lodosas del río Amazonas. El sistema de corales, que mide aproximadamente 1000 kilómetros de largo, fue encontrado en la boca del río Amazonas, entre la frontera de la Guayana Francesa con Brasil y el estado brasileño de Amapá.
En este gran ecosistema coralino, donde el agua dulce del río se mezcla con las olas saladas del Océano Atlántico, se esconden extrañas y hermosas criaturas acuáticas.
El río Amazonas es el río con mayor volumen de agua en el mundo. Este acoge el 20% del agua dulce del Planeta. El equipo Internacional –conformado por científicos de la Universidad de Georgia y la Universidad Federal de Río de Janeiro– se embarcó en la expedición para muestrear especies que habitan en la boca del río Amazonas, según sus testimonios a la revista EurekAlert!
La posibilidad de que encontraran un arrecife de coral en las aguas turbias del Amazonas era casi imposible. “Fue impresionante estudiar el funcionamiento de este arrecife, sabiendo que estos solo han estado presentes en aguas de poco tráfico, transparentes y con penetración solar directa”, le dijo a BBC Mundo Fabiano Thompson, investigador del Instituto de Biología de la Universidad de Río de Janeiro.
En la desembocadura del río Amazonas es común ver aguas llenas de sedimentos y nutrientes orgánicos de la selva. Esto impide que la luz llegue a las profundidades.
Además las áreas –donde el agua dulce del río se mezcla con la salada del océano- afectan zonas extensas al Norte del Océano Atlántico, pues además de la falta de luz, la alteración del PH y el nivel de sal afectan a los ecosistemas coralinos. Es por eso que existen huecos vacíos de corales al Oeste del Atlántico.
Pero uno de los investigadores, Rodrigo Moura de la Universidad de Río de Janeiro, había leído un estudio publicado en 1977 que mencionaba haber capturado peces coralinos a lo largo de la placa continental. Fue entonces cuando Moura, movido por su curiosidad, quiso localizar el arrecife.
“Cuando me contaron que querían buscar un arrecife en las aguas oscuras y fangosas del Amazonas, me causó gracia. Pero luego me hablaron del estudio de 1977 (…) y enseguida busqué una draga para averiguar si había algo allá abajo”, le dijo Patricia Yager, ecóloga marina de la Universidad de Georgia, a la revista estadounidense The Atlantic.
En el 2014, los investigadores se dirigieron con un buque a la zona sospechosa. Ahí, ellos, pudieron colectar y describir los descubrimientos de su estudio.
“Encontramos los animales más impresionantes y coloridos que jamás he visto en una expedición”, dijo Yager a EurekAlert!
Entre sus hallazgos, Thompson detalla a la BBC Mundo, había esponjas gigantes que pesaban alrededor de 100 kilos.
Pero, ¿Cómo sobreviven estos organismos sin un rayo de luz?
Thompson explica a la BBC Mundo que encontraron unos microbios microsintéticos que producen energía a partir de minerales (como el nitrógeno) que generan biomasa en un proceso llamado quimiosintesis. La biomasa es el alimento que nutre a los corales y permite la formación de los arrecifes.
Por otro lado, la investigación muestra cómo la comunidad coralina cambia por su ubicación. Al sur, donde los corales reciben luz solar durante nueve meses al año, existen organismos fotosintéticos.
Mientras que la parte norte, en la que el ecosistema no recibe luz durante seis meses, está dominada por esponjas y criaturas carnívoras.
No obstante, este arrecife puede ya estar en peligro.
Desde la acidificación de los océanos y el calentamiento global, hasta la explotación de petróleo, el ecosistema está bajo amenaza por las actividades humanas, explica Yager a EurekAlert!