El cuy y el hornado tienen cabida en las cenas navideñas del Austro

En el Austro, las posadas dan inicio a las celebración de la época navideña. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO

En el Austro, las posadas dan inicio a las celebración de la época navideña. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO

En el Austro, las posadas dan inicio a las celebración de la época navideña. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO

La cena navideña es la oportunidad de reencuentro con parientes y amigos en el Austro. Familias completas se reúnen en Cuenca y Loja para compartir gratos momentos y celebrar la Nochebuena con un delicioso plato de hornado con tortillas o un plato de cuy con papas.

En Loja, por ejemplo, la familia Sanmartín-Rodríguez disfruta del chancho hornado, pavo relleno, papas, ensalada, arroz y chicha. La cena se complementa con una tasa de café lojano, pan, roscas y queso.

El preparado del pavo tiene una particularidad. Como el ave es criada de manera natural, conocido como pavo runa, antes de matarlo y pelarlo se lo emborracha. Así lo explicaron Elsa Rodríguez y su hija Gracia Sanmartín.

Lo hacen siguiendo una receta tradicional de la familia, cuyo objetivo es que sea jugoso y sabroso. Se lo rellena con frutas y especias. Ese preparado le da un toque especial, destaca Rodríguez.

Previo a la cena, realizan una novena en honor al Niño Jesús. Cada noche se recibe a la Imagen religiosa con devoción y alegría. Luego de rezar se invita a los asistentes que se sirvan un café con tamal, humita, rocas…, según las posibilidades económica de cada familia.

En Cuenca, María Francisca Yunga disfruta la cena en compañía de su consuegra y otros parientes de su yerno, Luis Maxi. Ella vive en la capital azuaya y los familiares políticos residen en la parroquia cuencana de Cumbe.

Yunga, junto con su hija, yerno y dos nietos se dirigen en la víspera con destino a Cumbe. En la cena se sirven cuyes, hornado, papas revueltas, arroz, vino y horchata. Tampoco falta una copita de aguardiente para que “no patee el chancho”, dice en tono de broma.

Antes de la cena, su nieto de cuatro años participa como mayoral en la pasada del Niños Jesús que se realizan en la parroquia. El pequeño no va en caballo sino en el balde de una camioneta que se arregla con frutas, alimentos, licores… para ese día. “Es un agradecimiento al niñito por tenernos con salud”.

Doña ‘Panchita’, como la conoce su familia, asegura que la Navidad es la mejor ocasión para reunirse con la familia y disfrutar de una tradición religiosa.

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