Ulises Estrella, poeta quiteño (1939) y cofundador del movimiento tzántzico, renunció a la dirección de la Cinemateca Nacional de la CCE, espacio que creó y que dirigió por tres décadas. “Mi renuncia responde a la posición del nuevo presidente de la CCE, Raúl Pérez Torres, quien busca ‘reverdecer’ la Cinemateca, que dice está muerta. Lo dijo en una asamblea de trabajadores días antes de posesionarse”, cuenta Estrella, quien define ‘reverdecer’, como “sacar al viejo”.
Además se refiere a una entrevista otorgada por Pérez a la agencia Andes (publicada el 3 de septiembre), en la que el nuevo Presidente de la CCE dio cuenta de haber encarado a Ulises, diciéndole que la Cinemateca estaba muerta, estancada. “Necesito inyecciones nuevas y jóvenes para transformar y cambiar eso, no podemos quedarnos en los años 60”.
Con eso –se explica Estrella– Pérez desconoce el notable trabajo y el auge de la Cinemateca. Ulises presentó su dimisión en la víspera de la posesión de Pérez (29 de agosto), frente al entonces encargado de la Casa, Alberto Santoro. “Renuncié por dignidad”, señala.
Una esquela de Édgar Freire Rubio dirigida a Estrella se publicó en EL COMERCIO, en Cartas de los lectores; allí el librero escribió: “Viejo amigo: Me cuentan que como un ‘homenaje’ por los 30 años de creación de la Cinemateca Nacional, prácticamente te han pedido la renuncia a la Dirección de este departamento de la CCE. Han dicho que van a ‘reverdecer’ este sitio que tú creaste y prestigiaste. Lo de reverdecer es obvio y hasta simbólico”.
A esas palabras, Pérez Torres respondió que nunca ha solicitado la renuncia a Estrella, a quien extendió su admiración como formador de juventudes y amigo contestatario y reflexivo. Incluso mencionó la intención de bautizar a la Cinemateca con el nombre del poeta tzántzico.
“Yo no quiero nada de eso y no hacía falta que él me pidiese la renuncia; él dijo ‘reverdecer’”, enfatiza Estrella, quien califica de demagógica la intención de bautizar la Cinemateca con su nombre. Él solo espera que se reconozca su trabajo y una valoración histórica, además del trámite de su jubilación y dejar en claro su postura ante la opinión pública.
Asimismo, no es su afán confrontar con Pérez Torres, ni armar un barullo que alimente “esta especie de canibalismo entre intelectuales y políticos”. Si bien, su renuncia es irrevocable e inclaudicable, no se trata de una venganza contra nadie, ni contra Pérez Torres. Según Estrella ya se ha nombrado a Wilma Granda como directora de la Cinemateca.
Estrella estuvo al frente del Cine Club Cultural (1964), Universitario (1967 – 1970) y Ciudad de Quito, (1979). Además creó el Departamento de Cine de la Universidad Central, en1971, y en 1982 fundó la Cinemateca, enfocando su labor en tres aspectos: archivo, difusión y educación.
Ahora dice que se dedicará a actividades personales, “con el dolor de dejar un proyecto de vida”.