Imagen referencial del tenor español José Carreras. EL COMERCIO
En sus más de 50 años de carrera se ha convertido en uno de los tenores más conocidos del mundo, ha compartido escenario con los mejores cantantes de ópera y ha cosechado éxito allí donde ha ido.
El español José Carreras cumple el 5 de diciembre 70 años y, después de toda una vida dedicada a la ópera, reconoce que el final de su carrera se acerca. “Tarde o temprano las cosas bonitas de la vida tienen un final y mi carrera tiene que terminar en algún momento”, dijo el artista a la agencia dpa.
Sin embargo, no se pone “una fecha límite” y asegura que la gira mundial en la que se encuentra inmerso y que supone su despedida definitiva será larga. “Yo he dicho que me daba dos, tres años, para terminar de hacer algo que comencé a hacer en 1970”, explicó.
El día que José Carreras se baje del escenario definitivamente, el mundo de la ópera despedirá a uno de los grandes. Nació el
5 de diciembre de 1946 en Barcelona y ya desde niño demostró un talento innato para la música. “Supe desde joven que se me daba bien la música y el canto”, reconoce.
Con solo siete años ingresó en el Conservatorio Superior Municipal y poco después actuó en la radio local cantando “La donna è mobile“. Su talento fue aflorando con el paso del tiempo y con once años se subió por primera vez al escenario del
Liceo de Barcelona con un pequeño papel en la obra “El retablo de Maese Pedro”.
Inició los estudios de química cuando terminó el instituto y los compaginó con las clases de canto en el Conservatorio Superior de Música del Liceo en Barcelona. En 1970 debutó interpretando a Flavio en “Norma” junto a la reconocida Montserrat Caballé, quien quedó impresionada con su voz y le ofreció acompañarla en “Lucrezia Borgia” como Gennaro, su primer papel principal como tenor.
A raíz de aquel éxito su carrera despegó a escala nacional, pero también internacional, pisando los mejores escenarios de Nueva York, Londres, Viena, Buenos Aires y Berlín entre otros e interpretando grandes papeles en las óperas más célebres como “Madama Butterfly” de Puccini, “La Traviata” o “Requiem” de Verdi.
En 1987 enfermó de leucemia, lo que le obligó a interrumpir su carrera. Tras someterse a varios tratamientos y a un trasplante de médula consiguió recuperarse y decidió en 1988 crear la Fundación Josep Carreras para luchar contra esta dolencia. “La enfermedad la tengo muy presente porque estuve casi once meses en el hospital. Por otra parte, ya no considero la enfermedad como algo negativo, es parte de mi historia”, confiesa el artista que reconoce que debido a los duros momentos que vivió ahora interpreta la música y los textos “con mayor profundidad”.
A lo largo de su extensa trayectoria profesional ha recibido numerosos premios que reconocen su talento y el mérito de su obra social, entre los que destacan el PrePríncipe mio de Asturias de las Artes en 1991, y premios de la Orden del Mérito de la República Italiana en 1991 y 1996 y la Orden al Mérito de la República de Austria en 1999.
Además, ocupa puestos honoríficos en importantes asociaciones y entidades como la Asociación Europea de Hematología o la UNESCO. Después de tantos años cargados de éxitos y logros, el artista sigue disfrutando cada vez que se sube al escenario y celebrará su 70 cumpleaños haciendo lo que más le gusta: cantar. “Estaré actuando en Tokio y toda mi familia, mis hijos y mis nietos, me acompañarán y seguramente lo pasaremos muy bien”, cuenta.
Y expresa lo afortunado que se siente: “Es maravilloso que a esta edad pueda seguir trabajando y que pueda canalizar mis sentimientos a través de la música”.