La fisicoculturista Mariola Cuenca, durante un entrenamiento. El uso de la mascarilla es obligatorio dentro del gimnasio. Foto: cortesía Mariola Cuenca.
Mascarillas con filtros antifluidos y ajuste ergonómico, llanas o estampadas, con una o dos válvulas para una mejor respiración.
Esas son algunas de las características de las mascarillas deportivas que se comercializan en las diferentes redes sociales y en tiendas deportivas, para reducir el riesgo de contagio por covid-19. Cada una se vende hasta en USD 25.
¿Vale la inversión? El deportólogo Celio Romero asegura que para evitar al nuevo coronavirus, las más recomendadas son las mascarillas quirúrgicas o las autofiltrantes como la N95 o KN95. Las primeras son utilizadas, sobre todo, por el personal médico; mientras que la KN95 es la más común entre la población local; bordea los USD 2.
Está comprobado que su diseño y tecnología contienen los fluidos en los que podría estar el covid-19. Sin embargo, este especialista aclara que cualquier mascarilla –incluidas las de tela, las bandanas o los ‘buff’- son aliadas para ejercitarse en espacios exteriores o para entrenarse dentro de un gimnasio, pues añade que la verdadera clave para reducir el riesgo de contagio está en mantener el distanciamiento social.
Romero explica que un deportista amateur puede entrenarse tranquilamente con el cubreboca durante 60 o 90 minutos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que está demostrado que el uso prolongado de las mascarillas, colocadas correctamente, no provoca intoxicación por C02 ni hipoxia.
Eso sí, habrá dificultad para respirar, pero será solo hasta acostumbrarse. También es posible que los elásticos incomoden. De ahí la necesidad de seleccionar un barbijo que también brinde confort.
Esa dificultad estará relacionada con el tipo de actividad física que se realice, explica la deportóloga Pamela López.
Las personas que levantan peso o que practican crossfit, por ejemplo, pueden recuperarse luego de cada circuito. Los corredores ‘sufrirán’ más, pero para evitar aquello se les sugiere entrenarse en lugares más alejados y de esta manera evitar aglomeraciones e incluso el uso de la mascarilla.
Por esa facilitad de recuperación, precisamente, Mariola Cuenca, fisicoculturista y entrenadora personal, se inclinó por usar una mascarilla KN95, al igual que su instructor Robert Palacios.
Juan David Ojeda, estudiante de kickboxing, en cambio, optó por una mascarilla deportiva con filtros antifluidos que se ajustan con velcro. Asegura que le brinda mayor comodidad y es más segura porque se mantiene fija cuando su entrenador le pide perfeccionar sus bloqueos y patadas.
Otra sugerencia para reducir el riesgo de contagio, independientemente del material con el que esté elaborada la mascarilla, es cumplir con las indicaciones del fabricante.
Romero dice que hay personas que conservan el mismo cubreboca desde marzo, cuando arrancó la emergencia sanitaria. En el caso de las mascarillas de tela, la OMS recomienda lavarlas con abundante jabón o detergente y preferiblemente con agua caliente (al menos a 60 grados), como mínimo una vez al día.