Milagros (antes Isa), gravemente herida, fue lanzada por su propietario a la basura. Hoy, 3 de junio del 2019, la Justicia española condenó a su agresor. Foto: captura de pantalla
Isa, una pequeña pitbull gravemente herida por el ataque de otros canes, fue colocada en una maleta y lanzada al contenedor de basura por su propietario. La agresión ocurrió en Santa Cruz de Tenerife, en España, en el 2012. Antes de que Isa fuese triturada por el camión de basura, moradores del sector lograron rescatarla.
A casi siete años de lo sucedido, este lunes, 3 de junio del 2019, la Justicia española condenó al hombre, de 29 años, a un año de prisión por maltrato animal. El Tribunal, según reseña el diario El País de España, decidió que la condena no tiene posibilidad de remisión, aunque podría apelarse en segunda instancia.
“La elección de tal pena ha sido ponderada por la acción malvada del acusado”, sentenció la jueza Sandra Barrera Vinent del Juzgado de lo Penal de Santa Cruz de Tenerife durante la lectura de la condena, reporta el medio. Durante la audiencia, Isa estuvo presente. Ahora, se llama Milagros y tiene una nueva dueña, que compareció ante el tribunal como testigo dentro del proceso legal en contra del hombre.
Más que física, la recuperación de Milagros ha sido emocional. Después de haber sido arrojada por quien fue su único ‘compañero’ de vida, fue llevada a un albergue de Valle Colino (Tenerife) dónde veterinarios la revisaron. A la pequeña can le tomó más de un mes el tratamiento para sanar sus heridas físicas.
Hoy, 3 de junio del 2019, la Justicia española condenó a su agresor de Milagros, una pequeña pitbull que asistió a su juicio. Foto: captura de pantalla
Con base en los informes médicos, la jueza Barrera también dispuso el pago a la protectora de animales que acogió a Milagros por los gastos de curación, además de prohibir la tenencia de animales domésticos durante tres años.
La defensa legal del agresor pidió la suspensión condicional de la prisión, una medida que se aplica cuando las penas son inferiores a dos años de cárcel. Sin embargo, a pedido de la Fiscalía local, la jueza negó el requerimiento, debido a un detalle: el exdueño nunca mostró signos de arrepentimiento por lo que hizo con su mascota.
“La suspensión no generaría enseñanza ni doctrina, ni sería disuasoria para los ciudadanos”, dijo la autoridad, según reporta El País de España.
Barrera también destacó la rápida actuación de los voluntarios para aportar a la recuperación de Milagros e hizo frente al maltrato animal, como una problemática de relevancia colectiva. “Es importante visibilizar el maltrato y dictar sentencias que trasladen a los ciudadanos más empatía por los animales”. El objetivo, dijo Barrera, es claro: generar biofilia, la conexión entre el ser humano y la naturaleza.