Un concurso de pesca deportiva visibilizó el turismo en Alao

El pez más grande midió 32 centímetros y fue capturado por Ángel Caranqui. Jueces midieron la pesca de los concursantes. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO

El pez más grande midió 32 centímetros y fue capturado por Ángel Caranqui. Jueces midieron la pesca de los concursantes. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO

Decenas de pescadores recorrieron el río Maguazo. Organizadores liberaron 1 000 truchas para repoblar el río. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO

Al menos 300 concursantes llegaron a las riberas del río Maguazo, para tratar de conseguir la trucha más grande y ganar el trofeo al Mejor pescador. El torneo de pesca deportiva se cumplió el domingo 10 de noviembre del 2019, con el objetivo de difundir el turismo comunitario en Alao, un pequeño poblado situado a 60 minutos de Riobamba, en la parroquia Pungalá.

Cerca de las 14:00, tras cuatro horas de pesca, los ganadores recibieron sus premios. Trofeos para el pez más grande y el más pequeño, y un moderno equipo de pesca para quien consiguió la mayor cantidad de truchas.

El concurso congregó a unas 500 personas que llegaron en sus vehículos con sus mascotas y familias desde Riobamba, Guaranda y Quito. Los comuneros de la zona aprovecharon la alta afluencia de visitantes para emprender pequeños negocios de comida y servicios turísticos como cabalgatas por la comunidad y recorridos por senderos naturales.

“Nunca hemos tenido tanta afluencia de visitantes en la comunidad. Ahora estamos pensando en más concursos como este para que la gente llegue a conocer nuestros atractivos y así iniciar negocios”, cuenta Pablo Buñay, un comunero que ofrecía el alquiler de caballos para las cabalgatas.

Al menos 40 personas solicitaron sus servicios. Los acompañó durante los recorridos por los alrededores de la comunidad. En el trayecto, los visitantes tomaron fotografías de los paisajes y de las especies endémicas de la zona.

Las aguas cristalinas del río Maguazo también se volvieron a poblar de peces. La comisión organizadora del evento liberó unas 1 000 truchas para que los pescadores pudieran disfrutar de la actividad, y para que los peces restantes se reprodujeran en el río.

El pez más grande midió 32 centímetros y fue capturado por Ángel Caranqui. Jueces midieron la pesca de los concursantes. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO

“La idea es que esta zona se convierta nuevamente en un sitio preferido para la pesca al aire libre y así se pueda dinamizar la economía. Hay familias que ofertan sus servicios turísticos, pero requieren más difusión”, explicó Patricio Corral, concejal de Riobamba y organizador del evento.

Según él, antaño Alao era conocida por la gran cantidad de peces que se podían conseguir en el río, pero con el paso del tiempo la pesca se incrementó y la gente empezó a utilizar nuevos métodos para atrapar truchas como atarrayas, dinamita y barbasco (una raíz venenosa), por lo que la población de truchas se redujo y los pescadores dejaron de ir.

En la comunidad viven unas 230 familias que dependen de la agricultura y la ganadería para subsistir, aunque muchos migraron a la ciudad por la falta de empleo. Ellos aspiran a iniciar un proyecto de turismo comunitario y amigable con el ecosistema de páramo, que les permita mejorar sus ingresos económicos.

En esa zona, situada en el Parque Nacional Sangay, está uno de los accesos para ascender al volcán que lleva el mismo nombre y hay senderos naturales para los amantes del trecking y la aventura. También hay zonas ideales para la acampada y rutas que se pueden hacer en bicicleta.

“No conocía Alao. Llegué para participar en el concurso, pero pienso volver para acampar con mi familia”, dijo Johnny Brito, un turista. La meta del Cabildo es replicar el concurso en otras zonas.

Suplementos digitales