Propietarios de animales domésticos buscan nuevas formas de alimentarlos, utilizando frutas y vegetales. Foto: Alfredo Lagla/ EL COMERCIO
Las preferencias por la comida natural también llegaron al ámbito de las mascotas. Pasteles, galletas y la comida hecha en casa son un complemento o, en algunos casos, un reemplazo para el balanceado tradicional.
Desde hace seis meses Lorena Sandoval se dedica a preparar galletas para perros. Sus estudios en fitoterapia (tratamientos con productos naturales) la llevaron a elaborar recetas que puedan ser aptas para el consumo humano y de las mascotas, sin ocasionar problemas en su sistema digestivo.
En sus preparaciones no emplea harina de trigo, colorantes o azúcar, fiel a los principios de una comida natural. Sus productos vienen en siete sabores diferentes que van desde frutas como la manzana hasta el pollo y en los envases coloca los beneficios que cada producto le brinda a sus perros y gatos.
Por ejemplo, la manzana actuaría como un diurético y ayuda a mantener la piel y el pelo saludable. La zanahoria protege la visión del perro y promueve la salud de los pulmones. El perejil y la menta evitan el mal aliento y benefician la salud dental.
Las galletas están preparadas con una fórmula secreta; se niega a revelar el proceso por ser un “secreto industrial”, pero cuenta que están hechas con harina integral, que no afecta los intestinos de la mascota.
Por otro lado, Pablo Jijón, revela abiertamente la preparación de sus productos ya que explica que solamente los distribuye a sus vecinos y amigos y su mayor anhelo es que otros adopten su actitud y cocinen la comida de forma natural.
El alimento que prepara es similar al destinado para consumo humano, admite, pero se debe estar atento a cualquier señal de una posible alergia.
Hace un año a Jijón le diagnosticaron un problema estomacal y desde ese momento empezó a cuidar de su alimentación. Gracias a los beneficios que le trajo su nuevo estilo de vida, decidió hacer lo mismo con su perro, siempre asesorándose de los nutrientes que este necesita.
Primero empezó con las galletas como una forma de premiar a la mascota por su comportamiento, y después continuó con el balanceado. Actualmente el can consume los preparados comerciales para perros solamente una vez por semana y considera que está mas “fuerte y activo”.
Sandoval también tiene en mente reemplazar el balanceado, además afirma que esta es una forma en la que los animales pueden absorber los nutrientes de frutas y vegetales, sin que afecte a su sistema digestivo, más aún, si no están acostumbrados a esta comida.
Con esto concuerda Juan Carlos Molina, veterinario de la Clínica Brasil, ya que preparado de esta forma “es como un cóctel de verduras”, que permite que canes y felinos toleren los alimentos caseros. Para él, si carbohidratos, proteínas y fibra están presentes en la comida del animal, no es indispensable que consuma el balanceado comercial.
Pero, no todas las verduras son adecuadas, por eso Molina recomienda evitar la col, coliflor y brócoli porque irritan el estómago. Para alcanzar los niveles de fibra adecuados se debe añadir frutas como la papaya y el plátano.
A escala mundial también está la corriente de Alimentos Crudos Biológicamente Apropiados (BARF, por sus siglas en inglés), la cual ha sido sujeta a varios cuestionamientos ya que se basa en una alimentación con productos crudos, “como lo hacían sus ancestros”.
En esta dieta se descarta el consumo de cereales y alimentos cocidos y se privilegia el consumo de carne cruda.
“Si no se sabe de donde viene, es preferible cocinar”, sostiene Molina. Para él, la comida cruda puede ser buena pero se debe tener cuidado por las bacterias que puede tener, las cuales llevan a la aparición de salmonella o toxoplasmosis.