Las propuestas en temas sociales de los candidatos a la Presidencia hacen que los colectivos no se sientan muy representados. Foto: EL COMERCIO
Las propuestas en temas sociales de los candidatos a la Presidencia de la República hacen que los colectivos que defienden esas causas, no se sientan muy representados. Si hubiera un termómetro para medir sus posturas, la mayoría los dejaría bajo cero.
Eso se concluye de sus impresiones sobre sus planes en derechos de las mujeres, niños y minorías como los Lgbti (lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexo).
Paco Moncayo, de Acuerdo por el Cambio, que reúne a ID, PK y UP, es quien más cerca ha estado de los grupos considerados vulnerables y minorías. Por ejemplo, quienes integran Voto Informado Lgbti 2017 rescatan una de sus frases “el Estado no debe meterse en las sábanas de los candidatos”. Además se ha mostrado a favor de respetar los derechos de las familias en su diversidad e igualdad. Ha dicho que derogará el Plan Familia, suprimirá los tratamientos clínicos por orientación sexual, entre otras cosas.
Sobre la propuesta del oficialista Lenín Moreno (Alianza País), los Lgbti recuerdan que ha dicho sobre sus derechos que “son temas delicados en los cuales los ecuatorianos tienen diversas posiciones, consideramos que no son temas de campaña“.
Rocío Rosero, de la Coalición Nacional de Mujeres, hace una diferencia entre los candidatos presidenciales y quienes buscan una curul en la Asamblea. En el caso de quienes buscan llegar a Carondelet dice que solo Paco Moncayo ha adoptado sus pedidos. Y parece estar dentro de una línea progresista, al haber incorporado las demandas de las mujeres en su plan de gobierno, incluido el polémico tema del aborto por violación.
Para Rosero hay que resaltar que la mayoría de candidatos a la Asamblea se han sumado a su propuesta de apoyar la Ley por el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia. En el caso de Cynthia Viteri, del PSC, asegura que está rodeada de mujeres progresistas. Dallyana Passailaigue, quien busca llegar al Legislativo, ha firmado incondicionalmente su pedido para incluir el aborto por violación en la agenda, sostiene.
En CREO, le parece a Rosero, hay una fracción progresista también que genera una pugna “por temas o posturas retrógradas”. Para ella alguien progresista es Paúl Carrasco.
Alianza País tiene discurso también muy conservador, según la lectura de la Coalición de Mujeres. “Lenín Moreno habla del derecho a la vida desde la concepción, él no se plantea la defensa de los derechos de mujeres, pese a que asumió un compromiso con ONU Mujeres”, dice Rosero, para quien ha sido muy diferente el caso de Pavel Muñoz, candidato a asambleísta de esta tienda. “Él está de acuerdo con el aborto por violación y con la Ley por la no violencia contra las mujeres”.
En cuanto a los derechos de la niñez aún hay dudas sobre cómo actuarán quienes lleguen al poder. Así lo confirmó Fernando Sánchez, de World Vision. Esta y otras organizaciones, alrededor de 40, elaboraron el llamado Pacto Político por la Niñez y la Adolescencia, con indicadores de cumplimiento de derechos de seis millones de ciudadanos en educación, salud, protección, participación, administración de justicia, entre otras áreas sociales. Los seis millones son ciudadanos de menos de 18 años. De ellos, 676 401 son adolescentes que podrán ejercer el voto facultativo.
Sin embargo, únicamente tres movimientos firmaron el Pacto. Se trata de CREO- SUMA, Partido Social Cristiano y Acuerdo por el Cambio. También recibieron una llamada de la gente de Lenín Moreno, de Alianza País, comprometiéndose a firmarlo la próxima semana.
Entre otras cosas, el análisis de Sánchez muestra que Alianza País y el PSC proponen sostener y ampliar las coberturas para desarrollo infantil. Esas dos fuerzas políticas consideran a las niñas dentro de sus planes. Solamente Fuerza Ecuador no visibiliza a los niños, niñas y adolescentes en el plan de Gobierno.